Empieza en Dubái con recogida en tu hotel antes de lanzarte a un paseo en buggy doble por las dunas salvajes. Prueba el sandboarding (caerse es parte de la diversión) y relájate con un paseo en camello mientras disfrutas un té dulce bajo el cielo abierto. Todo termina con el suave silencio del desierto aún en tus oídos.
Li ya sonreía de oreja a oreja cuando subimos al Land Cruiser frente a nuestro hotel en Dubái—había estado hablando de este paseo en buggy durante días. Lo primero que sentimos fue el aire acondicionado (un alivio), y luego ese aroma seco y tenue a arena al dejar la ciudad atrás. Nuestro guía, Ahmed, no paraba de señalar detalles curiosos en el camino—como una pequeña mezquita con azulejos azules desgastados. Intenté sacar una foto pero solo capté mi reflejo en la ventana. En fin, no queda lejos; unos 45 minutos quizá. Se hizo más corto con las historias de Ahmed sobre su infancia cerca de estas dunas.
El desierto es más silencioso de lo que imaginaba. Solo se oye el viento, a veces algún pájaro lejano, nada más. La estrella del día fue ese buggy doble lleno de adrenalina—al principio estaba nerviosa (y Li se burlaba porque me agarraba fuerte al asiento). Pero cuando empezamos a brincar por esas pendientes doradas… es difícil de explicar. Sientes cada grano bajo las ruedas y hay una mezcla rara de emoción y paz. Paramos para que Li probara el sandboarding—se cayó dos veces y se reía tan fuerte que hasta los camellos voltearon a mirar. Por cierto, la arena se mete en todos lados. Todavía saco granitos de mis zapatos.
Después llegó el paseo en camello—más tranquilo, meciéndonos de lado a lado mientras Ahmed nos servía tazas pequeñas de té dulce de un termo viejo. El sol estaba más bajo y todo parecía más suave. Había otros viajeros, pero no se sentía lleno; justo la cantidad perfecta para que alguien se ofreciera a sacarnos una foto (salió borrosa, pero me encanta). De regreso a Dubái, no paraba de pensar en ese momento en la cima de la duna—silencio salvo el viento y Li tarareando una canción que no reconocí.
El paseo en buggy dura aproximadamente 30 minutos dentro de esta actividad en el desierto.
Sí, la recogida está incluida desde cualquier punto de Dubái para esta experiencia.
Sí, el buggy es doble, para dos personas por vehículo.
Sí, ambos están incluidos y son gratuitos para todas las reservas.
Usa ropa cómoda que no te importe que se ensucie de arena y calzado cerrado.
No, no se recomienda para embarazadas debido al terreno irregular y los baches.
El trayecto suele durar unos 45 minutos, dependiendo del tráfico y el punto de recogida.
Sí, se incluye café o té como parte de la experiencia en el desierto.
Tu día incluye recogida en cualquier punto de Dubái en vehículo con aire acondicionado, un paseo en buggy doble de 30 minutos por las dunas, sesiones gratuitas de sandboarding y paseo en camello, además de café o té recién servido en plena arena antes de regresar juntos a la ciudad.
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