Recorrerás dunas rojas brillantes cerca de Dubái para una tarde de paseos en camello, pintura de henna y café árabe ahumado antes de disfrutar un buffet BBQ bajo el cielo abierto. Verás bailarines de Tanura y danza del vientre mientras cae la noche en el desierto — te irás lleno y quizás un poco cambiado por el silencio entre canciones.
Lo primero que me llamó la atención fue el color de la arena — no solo amarilla o marrón, sino un rojo intenso que parecía brillar mientras avanzábamos en el 4x4. Nuestro conductor, Ahmed, señalaba detalles que yo habría pasado por alto: un halcón posado en el guante de alguien en la entrada (no intenté sacar foto, me dio vergüenza), y niños corriendo cerca de los camellos. El aire olía seco y dulce, como polvo mezclado con algo floral. Hacía más fresco de lo que esperaba para Dubái; menos mal que llevé una bufanda.
En el campamento, todos parecían relajarse. Había familias de todas partes — algunos niños haciéndose tatuajes de henna (casi me uno), otros intentando mantener el equilibrio sobre camellos que parecían aburridos pero pacientes. Ahmed se rió cuando mi amigo intentó decir “shukran” y seguro lo pronunció mal. Nos sentamos en cojines bajos mientras nos servían tazas pequeñas de café árabe; tenía un sabor ahumado y fuerte. La palabra clave aquí es “cena en el desierto Dubái” pero lo que más me quedó fue el silencio justo antes del atardecer — solo viento y voces lejanas.
La comida llegó en oleadas: pollo a la parrilla, shawarma, ensaladas que no supe nombrar. Llené mi plato hasta arriba y luego me di cuenta que aún quedaba más (el buffet BBQ no es broma). Después de cenar, las luces bajaron y de repente empezó la música — primero el bailarín de Tanura girando tan rápido que su falda se volvió un torbellino de colores, luego una bailarina de danza del vientre que hizo que todos aplaudiéramos. Alguien cerca probó la shisha por primera vez y tosió tanto que hasta el personal se rió. Todo se sintió tranquilo y sin prisas.
Todavía recuerdo ese momento cuando nos alejamos un poco de las luces — solo para ver lo oscuro que se ponía realmente entre las dunas. No se oía nada más que tus propios pasos sobre la arena. De camino de regreso a Dubái, cansado pero con la mente llena de todo lo vivido, pensé: esto no era lo que imaginaba cuando reservé una “excursión con cena en el desierto Dubái”, pero quizás por eso funcionó tan bien.
Sí, incluye recogida y regreso desde tu hotel o residencia en Dubái.
Puedes montar en camello, hacer tatuajes de henna, probar shisha, ver shows en vivo como Tanura y danza del vientre, además de quad opcional o fotos con halcón por un extra.
Sí, está pensada para todas las edades, desde niños pequeños hasta personas mayores.
Sí, el buffet BBQ ofrece platos vegetarianos y no vegetarianos.
La experiencia suele durar entre 6 y 7 horas, incluyendo traslados.
Sí, el quad está disponible como actividad opcional con coste adicional.
No se sirve alcohol; ten en cuenta que en Ramadán o fiestas religiosas puede no haber música ni shows en vivo.
Tu noche incluye traslado ida y vuelta en 4x4 desde tu hotel o residencia en Dubái, entrada a un campamento en el desierto cerca de las dunas rojas de Al Madaam, agua fría ilimitada durante toda la estancia, dulces de bienvenida y refrescos como shawarma y café árabe al llegar, acceso a shows en vivo de danza del vientre y Tanura además de espectáculo de fuego, sesión de tatuajes de henna (en tours más largos), paseos cortos en camello tantas veces como quieras con moderación, shisha compartida si quieres probar, y un buffet BBQ completo con opciones vegetarianas y no vegetarianas antes de regresar a la ciudad tras el anochecer.
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