Disfruta de una vista diferente de la costa mientras flotas alto sobre el agua—el parasailing es fácil, seguro y te da una descarga de adrenalina sin necesidad de experiencia.
El aire salado me golpeó la cara antes de que zarpáramos. La tripulación me entregó un chaleco salvavidas naranja brillante—aún un poco húmedo del grupo anterior—y me dio una breve explicación. Podía ver el paracaídas, lleno de colores, ondeando al viento detrás del barco. Hay una mezcla de nervios y emoción cuando te enganchas al arnés, pero sinceramente, desaparece en cuanto tus pies se levantan de la cubierta.
Allá arriba, todo es silencio salvo el viento y el lejano ruido del motor del barco. Se ven pequeñas sombrillas salpicando la arena y se huele el protector solar que sube desde abajo. Nuestro guía, Marco, saludaba desde el barco y gritaba consejos—la mayoría para que simplemente miraras y disfrutaras. Noté lo pequeñas que se veían las cosas—los puestos de snacks, hasta ese viejo kayak azul que siempre está amarrado cerca del muelle. El paseo no da miedo para nada; solo flotas, con las piernas colgando, rodeado de cielo abierto y mar.
¡Sí, es ideal para principiantes! El equipo te explica todo y siempre estás bien sujeto con arnés y chaleco salvavidas.
Claro, el parasailing puede hacerse solo o en pareja. Solo avísanos tu preferencia al reservar.
Usa ropa cómoda y que no te importe mojar un poco. Lo mejor son sandalias o chanclas.
Por seguridad hay algunos límites—pregunta al reservar y verificaremos si es apto para tu grupo.
Tu paseo incluye chaleco salvavidas y una completa explicación de seguridad por parte de nuestro equipo local. Todo el equipo está incluido—solo trae ganas de aventura.
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