Sube el Monte Sinaí antes del amanecer con un guía beduino, contempla el amanecer desde más de 2,200 metros y visita el Monasterio de Santa Catalina, escondido en el valle del desierto. Siente la historia bajo tus pies, respira el aire frío de la montaña al amanecer y comparte momentos únicos con los locales.
No esperaba estar tan despierto a las 2 de la mañana, la verdad. El viaje desde Dahab fue largo — me quedé dormido un rato y desperté al oír a nuestro guía repartir linternas y asegurarse en silencio de que todos tuviéramos nuestras chaquetas. El aire afuera era frío y seco, casi metálico. Nuestro guía beduino, Ahmed, sonrió y dijo algo sobre “el clima perfecto para caminar.” No se equivocaba, pero mis manos estaban heladas, incluso dentro de los bolsillos.
La subida al Monte Sinaí empieza despacio, serpenteando por un sendero ancho en la oscuridad. Se escuchan pasos sobre la grava y a veces un camello resoplando en las sombras. No dejaba de pensar en cuánta gente ha hecho esta caminata durante siglos — es impresionante mirar al cielo y ver solo estrellas sobre ti. Ahmed señaló dónde empiezan los 750 escalones (“el verdadero trabajo,” bromeó) y esperó mientras recuperaba el aliento. Cuando llegamos a la cima, las piernas me temblaban, pero esa primera línea naranja en el horizonte hizo que todo valiera la pena por un instante. Todos guardaron silencio — salvo un tipo que intentó abrir un snack muy ruidoso y lo mandaron callar.
Después del amanecer, bajar fue más fácil (o tal vez solo alivio). Paramos en el Monasterio de Santa Catalina, que está escondido entre rocas como si quisiera escapar del tiempo. Dentro huele a madera vieja y cera de vela. Nuestro guía contó historias de emperadores y profetas — ¿sabías que hasta Napoleón se preocupó por proteger este lugar? Cerca de la entrada, un monje vendía pequeñas iconos; Li se rió cuando intenté dar las gracias en árabe — seguro lo dije fatal. Aún recuerdo ese silencio dentro de esos muros gruesos.
La subida suele tomar varias horas en cada sentido; los traslados desde Dahab suman unas 8 horas ida y vuelta.
Sí, la recogida está incluida como parte de la excursión al Monte Sinaí y al Monasterio de Santa Catalina.
Usa calzado cómodo y lleva ropa abrigada como chaqueta o cortavientos; hace mucho frío antes del amanecer en la altura.
Un guía beduino local te acompaña durante toda la caminata.
No incluye almuerzo; te recomendamos llevar snacks para mantener la energía durante la subida.
Tendrás unos 30 minutos para visitar el interior del monasterio después de bajar del Monte Sinaí.
Sí, se entregan linternas para iluminar el camino durante la ascensión nocturna.
No se recomienda para embarazadas ni personas con problemas de columna o cardiovasculares.
Tu día incluye traslado ida y vuelta en vehículo con aire acondicionado desde Dahab, guía beduino experto durante la subida al Monte Sinaí, linternas para la ascensión nocturna, entrada al Monasterio de Santa Catalina con tiempo para comprar iconos si quieres, y acompañamiento continuo del guía hasta tu regreso al punto de partida.
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