Camina entre las pirámides milenarias de Giza con un guía local, párate bajo la mirada silenciosa de la Esfinge, explora los tesoros del Gran Museo Egipcio y recorre el bazar más antiguo de El Cairo para tomar un té o comprar recuerdos. Historias reales y momentos que se quedan contigo mucho después.
“¿Ves eso?” nos preguntó nuestra guía, Marwa, mientras entrecerrábamos los ojos mirando las pirámides de Giza. El aire estaba cargado de polvo y un aroma dulce que venía de un puesto de té cercano. Había visto fotos toda mi vida, pero estar ahí, con los zapatos crujiendo sobre grava más vieja que muchos países, se siente distinto. Caminamos entre las pirámides — sin prisa, casi dejándonos llevar — mientras Marwa nos contaba cómo se transportó cada piedra. Señaló grafitis de viajeros de hace siglos (no me lo esperaba), y juro que si te quedabas en silencio, casi podías escuchar el viento arrastrando voces antiguas.
La Esfinge era más pequeña de lo que imaginaba, pero a la vez más misteriosa de cerca. Hay un momento en que sientes que te mira — o lo que queda de esa mirada — y el ruido de la ciudad queda atrás. Marwa se rió cuando intenté decir “Abu al-Hawl” en árabe; seguro lo dije fatal, pero me sonrió igual. Luego nos refrescamos en la furgoneta (bendito aire acondicionado) antes de ir al Gran Museo Egipcio. Las estatuas de Ramsés II son enormes — te sientes diminuto a su lado — y algunos objetos parecían tan frágiles que con solo respirar fuerte se romperían.
El bazar Khan Khalili era un caos encantador: lámparas de cobre por todos lados, vendedores gritando precios, el olor a cardamomo y carne a la parrilla mezclándose con los bocinazos de la calle. Tomamos té de menta en una cafetería más vieja que la casa de mis abuelos. Compré un pequeño escarabajo para la suerte; quizá un cliché, pero en ese momento me pareció perfecto. La excursión desde El Cairo a Giza se sintió larga pero nunca aburrida — en cada esquina alguien saludaba o intentaba ayudar (o vendernos algo). Sigo pensando en esa primera vista de las pirámides entre la bruma de la ciudad.
No, pero el transporte se realiza en vehículo con aire acondicionado desde puntos céntricos.
Normalmente entre 30 y 40 minutos en coche, según el tráfico.
Sí, las entradas a todos los sitios principales están incluidas en el precio del tour.
Sí, el transporte y todas las áreas son accesibles para sillas de ruedas.
Sí, los bebés pueden unirse y hay asientos especiales disponibles si se necesitan.
Verás las estatuas de Ramsés II y muchos artefactos famosos de la historia de Egipto.
Tendrás tiempo para pasear por el mercado y disfrutar de las cafeterías o hacer compras.
Tu día incluye entradas a las principales atracciones, agua embotellada durante todo el recorrido y transporte cómodo en vehículo con aire acondicionado, además de muchas historias contadas por tu guía local en cada parada.
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