Caminarás por tumbas milenarias en el Valle de los Reyes, estarás bajo columnas imponentes en el Templo de Karnak y conocerás historias reales de la mano de un guía egiptólogo—todo en un solo día recorriendo ambas orillas de Luxor.
El aire ya estaba cálido cuando cruzamos el Nilo hacia la orilla oeste de Luxor. Nuestro guía, Ahmed, tenía un don para contar historias mientras pasábamos por pueblos dormidos y campos de caña de azúcar. Primera parada: el Valle de los Reyes. La entrada parece casi oculta—solo colinas arenosas y silencio, salvo por el ocasional llamado de un vendedor que ofrecía jugo frío de hibisco. Dentro, exploramos tres tumbas. Las paredes están cubiertas de colores que apenas han perdido intensidad, incluso después de miles de años. En el interior hace más fresco, y casi puedes escuchar el eco de tus pasos.
Luego visitamos el Templo de Hatshepsut. Había visto fotos antes, pero estar al pie de esas terrazas es otra cosa. Ahmed señaló pequeños detalles en los relieves—como cómo Hatshepsut aparece con una barba postiza, igual que un faraón. Hicimos una pausa en los Colosos de Memnón para unas fotos rápidas; la verdad, son enormes pero de alguna manera fáciles de pasar por alto si no los buscas.
Almorzamos en un pequeño restaurante local—nada lujoso, pero el pollo a la parrilla y el pan fresco cayeron perfecto después de tanto caminar. Por la tarde, nos dirigimos al Templo de Karnak en la orilla este. Las columnas son tan altas que tienes que estirar el cuello para ver sus coronas. Querrás tener la cámara lista—siempre hay algún ángulo que no habías captado antes. Última parada: el Templo de Luxor justo cuando empezaba a caer el crepúsculo. Las piedras parecen brillar cuando el sol está bajo; además, el ambiente es más tranquilo, con solo unos pocos visitantes paseando.
Sí—es accesible para cochecitos y apta para todos los niveles de condición física. A los niños generalmente les encanta explorar los templos y escuchar las historias de nuestros guías.
Estarás bastante tiempo de pie dentro de templos y tumbas, pero nos desplazamos en coche entre los sitios y hacemos pausas, incluyendo el almuerzo en un restaurante local.
Sí—todos los traslados entre templos se realizan en coche privado con aire acondicionado para mayor comodidad.
Un sombrero o pañuelo para protegerte del sol es recomendable; lo mejor es llevar calzado cómodo porque los suelos de los templos pueden ser irregulares.
Tu día incluye almuerzo en un restaurante local, todos los impuestos y entradas, traslados privados entre cada sitio, además de un guía egiptólogo que da vida a cada lugar con historias auténticas.
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