Si quieres conocer el antiguo Egipto de cerca sin complicaciones, esta excursión compartida a Abu Simbel desde Asuán vale la pena. El inicio temprano significa temperaturas más frescas y menos gente—y que alguien más se encargue de conducir te permite concentrarte en disfrutar cada momento en estos increíbles templos.
La alarma sonó antes del amanecer—las 4 a.m. llegan temprano en Asuán, pero la ciudad aún está tranquila y fresca a esa hora. Nuestro conductor llegó puntual, esperando fuera del vestíbulo del hotel con un minibús que olía ligeramente a limpiador con aroma a limón. Tomé un café rápido del portero nocturno (siempre tiene alguno listo para estos madrugones) y partimos, con los faros cortando las calles dormidas.
El viaje hacia el sur, rumbo a Abu Simbel, es largo pero extrañamente apacible. Verás extensiones de desierto interrumpidas por pequeños pueblos—niños saludando al pasar, cabras vagando cerca del camino. Nuestro guía, Mahmoud, señaló el lago Nasser brillando a lo lejos justo cuando el sol comenzaba a salir. Es buena idea llevar una chaqueta ligera; incluso en Egipto, las mañanas pueden ser frescas por aquí.
Llegar a Abu Simbel es como entrar en otro mundo. Los templos son enormes—honestamente, las fotos no les hacen justicia. Tuvimos unas dos horas para recorrerlos, y pasé la mayor parte del tiempo simplemente mirando hacia arriba esas enormes estatuas de Ramsés II. Dentro, notarás lo fresco que se mantiene en comparación con el exterior (un alivio cuando el sol empieza a calentar). Mahmoud compartió historias sobre cómo trasladaron todo el sitio en los años 60 para salvarlo de las inundaciones—incluso hay fotos antiguas en blanco y negro exhibidas cerca de la entrada.
De regreso, todos estaban bastante callados—algunos dormitaron, otros revisaban sus fotos o conversaban en voz baja sobre lo que habían visto. Al mediodía estábamos de vuelta en Asuán, justo cuando la ciudad comenzaba a calentarse de nuevo. ¿La verdad? Es uno de esos viajes en los que sientes que realmente has visto algo especial.
Las recogidas suelen empezar alrededor de las 4 a.m. para llegar a Abu Simbel antes de que haga demasiado calor o haya mucha gente.
Tendrás unas dos horas para explorar ambos templos a tu ritmo—suficiente para fotos y para admirar bien el interior.
¡Sí! Tanto el vehículo como el acceso al sitio son aptos para sillas de ruedas y cochecitos.
Recomiendo zapatos cómodos, una chaqueta ligera para la mañana, agua, snacks y tu cámara o cargador de teléfono.
Tu lugar incluye recogida y regreso al hotel o crucero por el Nilo en Asuán, un viaje con aire acondicionado ida y vuelta (créeme—eso importa), además de dos horas completas para explorar los templos de Abu Simbel a tu ritmo. Hay acceso para sillas de ruedas y asientos para bebés disponibles si los necesitas—solo avísanos con anticipación para asegurarnos de que todo esté listo para ti.
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