Recorrerás callejones secretos y antiguas mezquitas, probarás comida auténtica y escucharás relatos que dan vida al Cairo Antiguo. Ideal si buscas algo más que los típicos puntos turísticos: este tour te muestra el lado oculto de El Cairo con alguien que conoce cada atajo.
Empezamos el día en pleno corazón de la Plaza Tahrir, que ya vibraba con vida antes del mediodía. En el aire flotaba un leve aroma a cardamomo de un vendedor callejero cercano, mientras el llamado a la oración se colaba entre el bullicio de la ciudad. Nuestro guía, Ahmed, no perdió tiempo y nos sumergió en historias sobre cómo los reyes dejaron su huella en estas paredes, literalmente. Yo había pasado antes por algunos de esos grabados, pero nunca me había fijado en los detalles pequeños: escrituras desgastadas escondidas entre las piedras o una baldosa rota con el nombre de un sultán antiguo.
Después nos dirigimos a la calle Moez. No es casualidad que sea tan famosa: los minaretes aparecen en cada esquina, pero Ahmed nos llevó por callejones menos transitados donde la multitud desaparece y se pueden ver escenas cotidianas: un niño persiguiendo su pelota junto a un arco derruido, un anciano vendiendo pan de sésamo desde un carrito de madera. Entramos en una galería que jamás habría encontrado solo; olía a polvo y libros viejos, y el dueño nos mostró azulejos pintados a mano apilados detrás del mostrador. La comida fue en un lugar pequeño que los locales adoran, sin letrero afuera, solo el aroma de berenjena a la parrilla y comino que nos atrajo.
El mercado Khan El-Khalili siempre está lleno de vida, pero Ahmed nos señaló rincones que yo no había visto antes: un puesto de especias atendido por tres generaciones o una habitación trasera donde aún martillan cobre a mano. Terminamos con un té dulce de menta en el Café Fishawy (los clientes habituales apenas levantaron la vista) y regresamos mientras el crepúsculo caía sobre la ciudad. Si quieres conocer El Cairo más allá de las postales y escuchar historias que ni muchos locales conocen, este paseo es para ti.
Sí, todas las zonas son accesibles y podemos adaptar la ruta si hace falta.
¡Por supuesto! Tendrás tiempo libre para pasear o comprar recuerdos a tu ritmo.
Sí, incluye almuerzo, agua embotellada y té o café.
Los bebés son bienvenidos y la mayoría de las calles permiten cochecitos; ayudamos si hay zonas complicadas.
Tu día incluye agua embotellada para cada persona, almuerzo en un lugar auténtico (nada turístico), transporte cómodo con aire acondicionado cuando sea necesario, además de café o té durante la pausa. Nos aseguramos de que todos se sientan bienvenidos, incluyendo sillas de ruedas y cochecitos, y siempre hay tiempo para preguntas o fotos extra en el camino.
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