Entra al Gran Museo Egipcio de El Cairo antes que la mayoría, pasea por jardines tranquilos y salas llenas de historia con un guía experto que hace que el pasado cobre vida. Prueba un café local fuerte, descubre zonas exclusivas y termina el día con tiempo para souvenirs o simplemente para absorber esa mezcla única de calma ancestral y vida moderna.
—¿Entonces, esto es todo? —le pregunté a nuestro guía cuando llegamos al Gran Museo Egipcio—. La verdad, había visto fotos, pero estar ahí con la luz de la mañana hacía que el lugar pareciera mucho más grande de lo que imaginaba. Ahmed, nuestro guía, sonrió y empezó a señalar ángulos y detalles en la arquitectura que yo jamás habría notado (me contó que hasta las piedras están diseñadas para recordar los templos antiguos). El aire estaba fresco, algo raro para El Cairo, y un leve aroma a café flotaba desde algún lugar detrás de nosotros. Primero paseamos por los jardines; apenas había gente, solo algunos trabajadores barriendo el polvo y unos pájaros haciendo ruido en una palmera. El silencio era casi irreal para un sitio tan enorme.
Me tomé un espresso rápido en una de esas cafeterías cerca de la entrada (Ahmed insistió en que lo probara “a la egipcia”, que básicamente significa tan fuerte que te deja sin aliento). Ya había puestos de souvenirs abiertos, pero nadie nos molestó, quizás porque era muy temprano. Dentro del Gran Salón, todo se veía aún más grande y luminoso. La luz del sol rebotaba en los suelos de mármol y cualquier palabra se escuchaba con eco. Ahmed nos contó cuánto tiempo llevó construir el museo y por qué ciertas estatuas miran hacia determinados puntos — sabía un montón, pero sin que pareciera una clase aburrida. También había pantallas interactivas; probé una y terminé riéndome de lo torpe que fui intentando pronunciar nombres de faraones.
¿Lo mejor? Ahmed logró llevarnos a zonas con acceso limitado que aún no están abiertas al público (guiñó un ojo cuando le pregunté cómo). Esos espacios eran aún más silenciosos, casi fríos, con piezas a medio desempacar o preparándose para exhibirse. Se olía la piedra antigua y un toque metálico en el aire. No podíamos tocar nada, claro, pero ver todo tan de cerca me hizo valorar el trabajo que hay detrás de un museo así. Al salir, volvimos a pasear por los jardines; ya empezaban a llegar más visitantes, pero el ambiente seguía siendo tranquilo. Compré un llavero pequeño con un escarabajo para la suerte — no sé si funcione, pero vale la pena intentarlo.
Sí, la recogida en hotel está incluida en la reserva del tour.
Sí, este tour incluye acceso guiado a zonas con acceso limitado antes de su apertura oficial.
Sí, todas las entradas están incluidas en el precio del tour.
Puedes tomar desayuno o café en las cafeterías dentro del área comercial del museo.
Los tours suelen ser en inglés; otros idiomas pueden estar disponibles bajo petición o mediante audioguía.
El itinerario cubre casi todo el día, desde la llegada por la mañana hasta el regreso por la tarde.
Sí, es adecuado para cualquier nivel físico.
Tu día incluye recogida en hotel en El Cairo, entradas al Gran Museo Egipcio antes del horario habitual, tiempo para explorar jardines exteriores y exposiciones interiores con un guía local experto (o audioguía si prefieres), además de oportunidades para comprar souvenirs o tomar un café antes de regresar cómodamente al hotel.
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