Embarcarás en un crucero por el Nilo en Asuán con un guía egiptólogo y navegarás hacia Luxor pasando por pueblos ribereños. Disfruta paseos en barco al templo de Philae, los santuarios dobles de Kom Ombo, tardes en la cubierta viendo la vida junto al río y tiempo en tumbas antiguas del Valle de los Reyes. No es solo historia, son esos momentos tranquilos entre templos los que se quedan contigo.
Subimos al barco en Asuán, todavía un poco aturdidos por la recogida temprana y el bullicio de la ciudad. El Nilo estaba más tranquilo de lo que imaginaba — solo algunos pájaros y ese suave vaivén del agua contra el casco. Nuestro guía, Ahmed, nos sonrió como si hubiera visto esa mezcla de nervios y emoción mil veces. Primera parada: el templo de Philae. Recuerdo el paseo en lancha, el viento pegajoso en la cara, y a Ahmed contándonos sobre Isis — la verdad, no capté ni la mitad porque me distrajo el olor a diésel y a té de hibisco que alguien servía cerca. El templo parecía sacado de una película, emergiendo del agua como un escenario irreal. Unos niños nos saludaban desde otra barca; uno gritó “¡Bienvenidos!” y yo respondí con la mano, seguro que haciendo el ridículo.
Los días se fueron mezclando después de eso — para bien. El templo de Kom Ombo tenía momias de cocodrilos (sí, cocodrilos de verdad) y la piedra bajo mi mano estaba caliente por el sol de horas. El templo de Edfu era enorme; nuestro egiptólogo nos contó una historia sobre Horus vengando a su padre, pero yo no podía dejar de mirar lo azul que estaba el cielo sobre esas columnas. Las comidas a bordo superaron mis expectativas (me colaba para coger pan extra), y cada noche nos sentábamos en la cubierta viendo pasar los pueblos ribereños — a veces, si prestabas atención, se oía música o risas desde la orilla.
Cuando llegamos a Luxor pensé que ya me había acostumbrado a las ruinas antiguas, pero al entrar en el templo de Karnak nos absorbió por completo — esas columnas son tan gigantes que es imposible captarlas bien en foto. Ahmed nos señaló pequeñas marcas de cincel hechas por los obreros hace miles de años; por alguna razón, ese detalle se me quedó más que cualquier estatua. En nuestra última mañana visitamos el Valle de los Reyes — el aire fresco dentro de las tumbas, aunque afuera ya pegaba el calor, y los colores en las paredes seguían vivos después de tantos siglos. Mis zapatos se llenaron de arena, pero no me importó; fue raro despedirme tras solo cuatro días.
El crucero dura 4 días y 3 noches entre Asuán y Luxor.
Sí, todas las entradas a los sitios mencionados están incluidas en la reserva.
Incluye recogida en tu hotel o lugar preferido en Asuán.
Visitarás el templo de Philae, Kom Ombo, Edfu, Karnak, Luxor, el Valle de los Reyes, el templo de Hatshepsut, los Colosos de Memnón y más.
Sí, un guía egiptólogo privado te acompaña en todas las visitas.
El alojamiento incluye pensión completa durante las 3 noches de crucero.
Hay opciones vegetarianas si se solicitan al hacer la reserva.
Este es un tour privado solo para tu grupo; no se unen desconocidos.
Sí, hay opciones de transporte público cerca de los lugares de embarque en Asuán.
Tu viaje incluye recogida en Asuán en vehículo con aire acondicionado, todas las entradas a templos y tumbas del recorrido (incluyendo Philae y el Valle de los Reyes), agua embotellada diaria (yo solía tomar dos), tres noches a bordo de un crucero deluxe 5 estrellas con pensión completa, y la guía de un egiptólogo que responde hasta las preguntas más raras sin pestañear.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?