Remarás por ríos tranquilos en el Parque Nacional Yasuni, subirás a la copa de los árboles para ver el amanecer, avistarás loros en las salinas de arcilla y compartirás historias con guías locales mientras disfrutas de comidas caseras. Con habitaciones cómodas y toda la logística cubierta (incluido traslado desde Coca), esta aventura amazónica te dejará recuerdos que perduran mucho después de volver a casa.
No esperaba que el aire en Coca se sintiera tan denso — no solo por la humedad, sino por esa vibración de anticipación que se percibe en el ambiente. Nos encontramos con nuestro guía justo afuera del Hotel el Auca, donde nos entregó ponchos y botas de goma (las mías chirriaban un poco, lo que hizo reír a los demás). El paseo en canoa hacia el Parque Nacional Yasuni fue más silencioso de lo que imaginaba; solo el chapoteo del agua y algunos cantos lejanos de aves. Al llegar al lodge comunitario, unas mujeres locales nos recibieron con una bebida dulce que no supe identificar. Hamacas en cada balcón — después del almuerzo me tiré en la mía y simplemente escuché la selva un rato. No es silencio, es algo totalmente distinto.
Más tarde, por la tarde, seguimos un sendero embarrado junto al río Mandy Forest. Nuestro guía — Luis — nos mostró unas ranitas diminutas que parecían pintadas a mano. Él podía detectar monos antes que cualquiera de nosotros los oyera. Remar en la laguna se sentía casi irreal; en un momento, alguien atrapó una piraña (yo no me animé a tocarla). Ya de noche, hicimos una caminata nocturna — las linternas iluminaban ojos brillantes de insectos y quizás algún mono nocturno. La cena fue sencilla pero reconfortante; todavía recuerdo el olor a humo de leña que se quedó en mi camisa.
Al día siguiente empezamos temprano — desayuno a las 6 am y luego en canoa motorizada hacia Añangu para subir a la torre de la copa. Subir esos 40 metros no fue fácil (me temblaban las piernas), pero ver la Amazonía desplegarse bajo esa luz suave de la mañana… ahora entiendo por qué la llaman salvaje. Loras por todos lados en la salina de arcilla — destellos verdes y azules sobre ese barro marrón. Por la tarde visitamos el centro comunitario; las mujeres nos enseñaron a hacer joyas con semillas que encuentran en la selva. Me probé una pulsera y casi la compro solo por la sonrisa de quien la hizo.
En nuestro último día, después de otro desayuno (los huevos cocinados al fuego saben diferente aquí), vimos una demostración de cocina del “Maito de Pescado.” Pescado envuelto en hojas — con un sabor ahumado y terroso al mismo tiempo. El regreso en bote a Coca fue más lento de lo esperado; los horarios aquí se adaptan más al clima y al ritmo del río que al reloj. No dejaba de pensar en cómo Luis reconocía cada canto de ave de memoria. Hay algo en irse de Yasuni que te hace querer volver antes de haber partido.
Viajarás en canoa pública o privada desde Coca (Francisco de Orellana) hasta el lodge dentro del Parque Nacional Yasuni.
Sí, todas las comidas están incluidas durante tu estadía en el Parque Nacional Yasuni.
El traslado está disponible con un costo extra si necesitas transporte desde el aeropuerto Francisco de Orellana en canoa privada.
Contarás con habitaciones cómodas construidas con materiales de la selva, cada una con baño privado y mosquiteros.
Podrás ver monos, loros, guacamayos, anfibios, insectos, caimanes y posiblemente cerdos salvajes o pecaríes, según la suerte y el clima.
Hay asientos especiales para bebés, pero se recomienda tener buena condición física; no es aconsejable para embarazadas ni personas con problemas de columna o cardiovasculares.
Lo mejor es llevar ropa ligera; botas de goma y ponchos de lluvia los proporciona el operador turístico.
Sí, visitarás comunidades indígenas para demostraciones culturales y podrás comprar artesanías hechas por mujeres locales.
Tu viaje incluye traslados en canoa desde Coca (con opción de recogida en aeropuerto), habitaciones cómodas en la selva con baño privado y mosquiteros, todas las comidas incluyendo platos tradicionales como el Maito de Pescado, caminatas guiadas para avistar fauna (de día y de noche), visitas a torres de observación y salinas de loros en el Parque Nacional Yasuni, actividades culturales con comunidades indígenas, además del uso de botas de goma y ponchos durante toda tu estadía.
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