Respira el aire de montaña cerca de Cotopaxi, contempla el surrealista cráter azul de Quilotoa y siente el vértigo en el famoso columpio de Casa del Árbol en Baños. Viaja en teleférico sobre ríos selváticos y mójate en la cascada Pailón del Diablo, con transporte fácil, entradas incluidas y guía local en todo momento.
Lo primero que sentí fue el olor a tierra fría cuando paramos cerca de Cotopaxi. Nuestro guía, Andrés, nos dio pan calentito en una cafetería a la orilla del camino — recuerdo que mis dedos estaban entumecidos por el viento, pero el pan era suave y dulce. Hay algo especial en ver ese volcán de cerca; la cima está tan blanca que casi tienes que entrecerrar los ojos. Volvimos al van y todos guardamos silencio un rato. Quizá era muy temprano o tal vez Cotopaxi tiene ese efecto en la gente.
Había visto fotos de la Laguna de Quilotoa antes, pero estar al borde es otra cosa — ese azul verdoso tan intenso parece irreal hasta que ves a los pájaros rozando la superficie. Andrés señaló a unos campesinos locales que guiaban burros por el sendero del borde (los llamó “los verdaderos montañistas”). El aire olía a polvo y eucalipto. Intenté hacer una panorámica, pero mis manos temblaban un poco, no sé si por la altura o los nervios. Luego seguimos directo hacia Baños; me quedé dormido hasta que alguien gritó que ya se veían las cascadas por la ventana.
El columpio de la Casa del Árbol es… bueno, más aterrador de lo que parece en Instagram. Te aseguran con un arnés un tipo que no dice mucho (solo sonríe), y de repente estás columpiándote sobre la nada, solo nubes y valles verdes. Mi corazón latía tan fuerte que lo sentía en los oídos. Más tarde, en el pueblo, pasé por puestos de frutas y compré algo llamado taxo — ácido como nada, pero refrescante después de tanta adrenalina.
La mañana siguiente empezó con niebla, pero se despejó rápido. Subir en teleférico sobre el río Pastaza fue como flotar sobre un cuadro de selva — la neblina saliendo de los árboles, cascadas rugiendo en algún lugar abajo. En la cascada Pailón del Diablo nos empapamos solo por estar en el puente. Andrés se rió al ver mis zapatos (“Baños siempre gana,” dijo). De regreso a Quito no podía dejar de pensar en ese columpio — todo se veía tan pequeño desde ahí arriba.
Sí, la recogida en hotel o hostal dentro de zonas designadas en Quito está incluida.
Área del volcán Cotopaxi, miradores de la laguna Quilotoa, columpio de Casa del Árbol en Baños, teleférico sobre el río Pastaza y cascada Pailón del Diablo.
El recorrido incluye paradas en Cotopaxi y Quilotoa; el tiempo total varía, pero considera varias horas en carretera con descansos.
Se hace una parada rápida para desayuno en el camino; las comidas corren por cuenta propia salvo que el guía indique lo contrario.
Sí, todas las entradas y tasas de las atracciones incluidas están cubiertas.
Sí, bebés y niños pequeños pueden unirse y usar cochecito o carriola si es necesario.
Este tour es apto para todos los niveles de condición física.
Sí, después de visitar Casa del Árbol tendrás tiempo libre en Baños antes de pasar la noche.
Tu viaje de dos días incluye recogida en hotel en Quito, transporte cómodo entre cada parada como el volcán Cotopaxi y los miradores de la laguna Quilotoa con entradas ya pagadas. Visitarás el columpio de Casa del Árbol en Baños, subirás en teleférico sobre el río Pastaza y conocerás la cascada Pailón del Diablo antes de regresar a Quito, todo acompañado por guías locales expertos.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?