Camina por la selva amazónica cerca de Puyo con guías Shuar, hospédate en cabañas rústicas entre árboles gigantes, explora dos veces la Cueva de los Tayos (sí, con murciélagos incluidos), prueba comida local preparada por la comunidad y escucha historias junto al fuego que recordarás mucho tiempo después.
Lo confieso — cuando bajamos del bus en Puyo a las 6 de la mañana, ya estaba sudando solo de pensar en cargar mi mochila por la selva. Pero algo en la luz temprana que se colaba entre la niebla y la sonrisa de nuestro guía Shuar, Carlos, al entregarnos los bastones de caminata hizo que se me olvidaran las quejas. El aire olía a verde — si es que eso tiene sentido — como hojas mojadas y tierra después de la lluvia. Caminamos una hora con nuestras cosas rebotando en la espalda (me arrepentí de haber llevado esa camiseta extra) hasta llegar a unas cabañas de madera escondidas entre los árboles. Alguien de la comunidad nos saludó con un gesto abierto y un “bienvenidos” que parecía decir mucho más que palabras.
El almuerzo fue sencillo pero delicioso — todavía recuerdo esa sopa de plátano con un toque ahumado que no sé cómo describir. Después, Carlos nos llevó a conocer plantas que usan para medicina y comida; rompió una hoja para que la oliéramos (me picó la nariz de una forma inesperada). Luego llegó la parte que a la vez temía y deseaba: nuestra primera entrada a la Cueva de los Tayos. Es difícil de explicar — un aire fresco que salía de la cueva, todo sonaba extraño con los ecos. Había murciélagos (no te preocupes, casi ni nos hicieron caso) y formaciones rocosas que parecían velas derretidas. Mi linterna iluminó una araña en la pared y casi se me cae; Carlos solo se rió.
Por la noche nos sentamos alrededor de una fogata mientras gente de la comunidad Shuar contaba historias — unas divertidas, otras un poco inquietantes. Hubo un momento en que todo quedó en silencio, solo se oía el crepitar de la madera y los insectos lejanos. Pensé en lo lejos que estaba el ruido de la ciudad en ese instante. Dormir en esas cabañas fue más rústico que en casa, pero ¿sabes qué? Despertar con el canto de los pájaros en vez de una alarma es algo a lo que podría acostumbrarme.
A la mañana siguiente, después del desayuno (huevos y pan de yuca), nos adentramos más en el bosque primario. Carlos nos mostró pequeñas ranas aferradas a las hojas y explicó cuáles árboles eran los más viejos por sus raíces. La segunda visita a las cuevas de los Tayos fue distinta — menos nervios, más asombro por lo enorme que parecía todo bajo tierra. Vimos más estalactitas, murciélagos volando arriba e incluso algunos insectos raros pegados a las rocas (traté de no mirar muy de cerca). El almuerzo en el campamento supo aún mejor después de tanto andar en la oscuridad.
Sales de Puyo en bus público o privado (unas 2 horas), luego caminas una hora por senderos en la selva con tu equipaje hasta llegar a las cabañas de la comunidad Shuar.
Sí, el almuerzo está incluido ambos días—las comidas las preparan miembros de la comunidad indígena Shuar con ingredientes locales.
Podrás ver murciélagos, arañas, varios insectos y formaciones únicas como estalactitas y estalagmitas durante las dos visitas a la cueva.
Sí, los tours son guiados por locales Shuar que comparten su conocimiento sobre plantas, cultura e historia de la cueva durante toda la experiencia.
Sí—el viaje de vuelta a Puyo está incluido al final del segundo día, después del almuerzo.
No—las bebidas alcohólicas y refrescos no están incluidos en este paquete.
No—el tour implica caminar por senderos irregulares en la selva y explorar cuevas; no es accesible para sillas de ruedas o cochecitos.
Se pasa la noche en cabañas rústicas de madera dentro de la comunidad Shuar—no se usan carpas.
Tu aventura de dos días incluye transporte ida y vuelta desde Puyo en bus, más una caminata guiada por la selva con tu equipaje hasta llegar a cómodas cabañas comunitarias donde pasarás una noche. Todas las comidas—dos almuerzos y un desayuno—son preparadas frescas por los anfitriones Shuar. Participarás en dos exploraciones guiadas dentro de la Cueva de los Tayos (con todas las entradas incluidas), disfrutarás de paseos por el bosque primario con locales expertos en plantas, y te relajarás junto a una fogata escuchando historias culturales cada noche antes de regresar seguro a Puyo el segundo día.
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