Explorarás rincones escondidos de los Lagos de Plitvice con un fotógrafo-guía que conoce cada atajo y ángulo secreto. Aprende nuevos trucos fotográficos, pasea por antiguos pueblos y vuelve a casa con imágenes que no encontrarás en ningún otro lugar—todo sin preocuparte por el transporte o las entradas.
Lo primero que me impactó fue el sonido: agua por todas partes, goteando y rugiendo al mismo tiempo. Apenas habíamos salido de la furgoneta cuando nuestro guía, Luka, nos dio algunos consejos rápidos para la cámara. El aire olía a hojas mojadas y musgo, y aunque era temprano, ya había algunos lugareños con cañas de pescar cerca de la entrada. Empezamos a caminar por las pasarelas de madera, esquivando charcos de la lluvia de la noche anterior. Querrás tener la cámara siempre a mano; en cada giro aparece una nueva vista—a veces es un pequeño grupo de flores silvestres en la hierba, otras, uno de esos lagos turquesa que parecen sacados de una postal.
Luka conocía todos los mejores ángulos para fotografiar las cascadas—nos indicó dónde colocarnos para captar la bruma sin empapar el objetivo. En un punto, nos enseñó a bajar la velocidad de obturación para lograr ese efecto sedoso en el agua que todos adoran. Nunca me había dado cuenta de cuánto se refleja la luz en el agua aquí; cambia minuto a minuto con el paso de las nubes. Hicimos pausas bajo grandes hayas mientras Luka compartía historias sobre la historia del parque (resulta que algunos de estos senderos tienen décadas de antigüedad). El almuerzo fue sencillo: bocadillos de una panadería local que comimos en un banco con vistas al Veliki slap, mientras patos caminaban cerca de nuestros pies.
Más tarde, por la tarde, nos dirigimos a un antiguo pueblo con un molino de agua donde se juntan dos ríos. Las casas parecían sacadas de un cuento: madera envejecida, pequeños jardines llenos de menta y tomates. Una mujer llamada Marija nos saludó desde su porche mientras intentábamos fotografiar a su gato tomando el sol sobre un poste de la cerca. El río aquí es más tranquilo que en el parque; se escuchan pájaros en lugar de turistas. Fue como retroceder en el tiempo por una o dos horas antes de regresar a Zagreb con las tarjetas de memoria llenas y los zapatos embarrados.
Recorrerás varios kilómetros por senderos de madera y terrenos algo irregulares en el Parque Nacional de los Lagos de Plitvice. Hay descansos a lo largo del día, pero debes sentirte cómodo caminando la mayor parte del tiempo.
¡Para nada! Trae cualquier cámara o incluso tu smartphone—el guía te ayudará a sacar fotos increíbles sin importar el equipo que tengas.
El almuerzo no está incluido, pero hay paradas donde puedes comprar algo para picar o llevar tu propia comida para disfrutar junto a los lagos o en el pueblo.
Sí, el traslado de ida y vuelta desde tu hotel en Zagreb está incluido en el paquete para que no tengas que preocuparte por cómo llegar.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel en Zagreb, todas las entradas al parque nacional cubiertas, traslado privado de ida y vuelta para que viajes cómodo, además de la guía de un fotógrafo profesional que compartirá consejos durante el recorrido. ¡Solo recuerda traer tu propia cámara o teléfono!
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?