Recorrerás las calles antiguas del Palacio de Diocleciano con un guía local que te contará historias que no encontrarías solo. Siente bajo tus pies las piedras centenarias en la Plaza del Peristilo, escucha los ecos en los subterráneos y observa la vida cotidiana en la Plaza de la Fruta y el paseo de la Riva. Este tour te conecta con Split mucho después de terminar.
Alguien nos hace señas cerca de la Plaza del Peristilo — resulta ser Ana, nuestra guía, que de inmediato pregunta si ya hemos probado las “fritule” (yo no, pero ahora me arrepiento de no haberlo hecho antes). Las piedras bajo nuestros pies están pulidas por siglos de pasos, y se escucha un eco tenue de voces rebotando en las viejas paredes del palacio. Ana empieza a contarnos sobre Diocleciano — cómo era un don nadie antes de gobernar media mundo — y de repente me imagino a soldados romanos donde ahora hay turistas. Señala una esfinge tallada que parece haberlo visto todo. Pensé lo extraño que es estar parado en un lugar más antiguo que muchos países.
Nos metimos en los subterráneos del palacio (huele fresco y a humedad), y Ana explicó que esos pasillos servían para guardar comida o vino — o quizá prisioneros, según a quién preguntes. La luz cambia mientras avanzas; un momento sol dorado, al siguiente piedra en sombra. Alguien de otro grupo intentó cantar en el vestíbulo y la voz llenó todo el espacio. Fue un poco fantasmal, la verdad. Ya afuera, pasamos por la estatua de Gregorio de Nin — frotando su dedo del pie para la suerte como todos — mientras Ana nos hablaba de la lengua y la historia de Split. Se rió cuando intenté pronunciar “Marulić” (definitivamente no lo logré).
La Plaza de la Fruta estaba llena de gente local con bolsas de compras, adolescentes en bici esquivando a la gente. Hay un modelo de bronce del Palacio de Diocleciano junto al paseo de la Riva que Ana usó para mostrarnos cómo se conectan todos esos callejones — sinceramente, aún me pierdo pensando en eso. Terminamos pasando por la antigua sinagoga de Split; ella compartió historias sobre la comunidad judía que jamás habría descubierto por mi cuenta. No hubo prisa, lo que me sorprendió — se sintió como caminar con una amiga que conoce su ciudad al dedillo.
No se especifica la duración exacta, pero cubre los puntos clave del Palacio de Diocleciano a un ritmo tranquilo.
Sí, el tour es accesible para sillas de ruedas y apto para todos los niveles de movilidad.
Sí, se permiten bebés y niños pequeños; puedes llevar cochecitos o carriolas.
No, no incluye visitas a museos, pero puedes visitarlos después del tour.
Visitarás la Plaza del Peristilo, el paseo de la Riva, la Plaza de la Fruta, los subterráneos del palacio (no museo), la estatua de Gregorio de Nin y más.
Sí, hay opciones de transporte público cerca del punto de encuentro.
Se permiten animales de servicio durante el tour.
Tu día incluye un paseo guiado por un experto local que te llevará por todos los puntos clave alrededor del Palacio de Diocleciano—como la Plaza del Peristilo, la Plaza de la Fruta y el paseo de la Riva—con tiempo para preguntas y fotos durante el recorrido.
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