Te recogen justo en el aeropuerto de Split con un conductor local que sigue tu vuelo y espera aunque te retrases. Es privado, cómodo y en un abrir y cerrar de ojos estás en Makarska, sin líos ni costes ocultos.
Justo al aterrizar en el aeropuerto de Split, vi mi nombre en un cartelito—siempre un alivio tras un vuelo largo. Nuestro conductor esperaba justo afuera de llegadas, charlando con otro sobre el clima (hacía calor y se notaba la brisa salada del Adriático). Nos saludó con una sonrisa rápida y nos ayudó a subir las maletas al coche. Nada de buscar taxis o entender horarios de bus—directo a un vehículo con aire acondicionado, que se agradece después del avión cerrado.
El trayecto hasta Makarska duró poco más de una hora. Pasamos por olivares y se asomaba el mar entre pinos. El conductor nos señaló dónde los locales van a tomar café en Podstrana e incluso bajó un poco la velocidad para que disfrutáramos la vista al borde de la costa. Nos contó que siguen los vuelos para evitar estrés por retrasos, así que aunque llegues tarde, te estarán esperando. También vi que tenía sillita para niños lista; las familias están bien cubiertas.
No te preocupes—tu conductor monitorea tu vuelo y te espera en llegadas. No hay cargos extras por retrasos.
Sí, solo avísanos con tiempo y tendremos lista una sillita para bebé o niño durante tu traslado.
Tu conductor te espera en la zona de llegadas con un cartel con tu nombre—fácil de localizar justo después de recoger equipaje.
El traslado incluye transporte privado en vehículo con aire acondicionado y ayuda con el equipaje. Si necesitas sillita para niños, solo pídela al reservar.
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