Explora las calles empedradas de Mostar con un guía local, cruza el puente Stari Most sobre el río Neretva, prueba el café bosnio en el bazar antiguo y refréscate nadando en la cascada Kravica. Todo en una excursión de día completo desde Split o Trogir con recogida incluida. Ríe con los locales y vive momentos que recordarás mucho después de secarte.
Salimos de Split antes de que el sol terminara de despertar, con café en mano y pasaportes bien guardados en la mochila (los cruces de frontera me ponen un poco nervioso). Nuestro guía, Marko, tenía un humor seco que hizo que la mañana temprana se sintiera más ligera. Cruzar a Bosnia y Herzegovina fue como cambiar de ritmo: la carretera se volvió más tranquila y las colinas más suaves. Paramos primero en Počitelj. Nunca había oído hablar de ese lugar, pero las piedras antiguas ya estaban cálidas y se escuchaban pájaros resonando en las paredes. Un hombre mayor vendía higos junto a la puerta; me dio uno sin decir palabra, solo con un gesto.
Mostar me impactó más de lo que esperaba. El aire olía a café fuerte y algo dulce, ¿baklava quizás? Marko nos llevó por el bazar antiguo (Kujundziluk), donde cada dos por tres algún comerciante nos saludaba o intentaba enseñarnos una palabra en bosnio. Intenté decir “hvala” bien y una mujer que vendía pulseras de cobre se rió mucho. El puente Stari Most parecía irreal en persona: piedras resbaladizas bajo los pies y el río verde brillando muy abajo. Vimos a unos chicos locales animándose para saltar (yo ni lo intenté). La comida fue rápida pero rica: carne a la parrilla y pan que me dejó las manos aceitosas por un buen rato.
El camino hacia la cascada Kravica fue tranquilo; todos se quedaron medio dormidos o mirando los campos. Cuando llegamos, el ruido fue mayor de lo que imaginaba: el agua cayendo con fuerza y niños gritando río abajo. Primero mojé los dedos (¡qué frío!) y al final me lancé de lleno. El frescor se agradecía después de horas en la carretera. Había familias haciendo picnic en el césped y alguien asando salchichas cerca; el olor se mezclaba con todo. Sigo pensando en lo cristalina que estaba el agua.
El regreso a Split se sintió más lento, supongo que siempre pasa después de días así. Marko contó historias de su infancia cerca de Mostar hasta que la mayoría nos quedamos dormidos otra vez. Si estás pensando en una excursión de un día a Mostar y la cascada Kravica desde Split o Trogir, no olvides tu pasaporte, algo de efectivo para la frontera y deja espacio para más baklava del que crees que vas a querer.
Sí, debes llevar pasaporte válido para cruzar la frontera hacia Bosnia y Herzegovina.
Sí, la recogida está disponible en puntos designados tanto en Split como en Trogir.
El trayecto dura varias horas, dependiendo del tráfico y los controles fronterizos.
Sí, está permitido nadar en Kravica si el clima lo permite; lleva traje de baño.
No, la entrada a Kravica (10€) se paga en efectivo en el punto de encuentro.
No, tendrás tiempo libre en Mostar para comprar tu comida por cuenta propia.
Los bebés pueden ir en cochecito, aunque durante los traslados quizá deban ir en brazos de un adulto.
El guía local habla inglés durante el recorrido a pie por Mostar.
Tu día incluye recogida temprano en la mañana desde Split o Trogir, transporte cómodo con aire acondicionado y WiFi, guía local certificado en el casco antiguo de Mostar y tiempo libre para explorar o nadar en la cascada Kravica antes de regresar por la tarde. La entrada a Kravica se paga aparte en efectivo al salir.
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