Recorrerás las calles milenarias de Dubrovnik con un guía local que conoce cada rincón, subirás escaleras de fortalezas con el aire del mar en los pulmones y harás una pausa para degustar ostras frescas en Ston antes de volver por la costa croata. Prepárate para pequeñas sorpresas: un patio silencioso aquí, una risa por palabras mal pronunciadas allá, y momentos que querrás guardar solo para ti.
Ya estábamos perdiéndonos por las calles de piedra de Dubrovnik cuando me di cuenta de lo temprano que habíamos empezado, pero la verdad es que no me importó. Nuestra guía, Ana, tenía ese don de señalar detalles que uno nunca nota solo: una inscripción desgastada sobre una puerta, el eco de los pasos en Stradun. Había un aire con un toque salado (quizá solo mi imaginación, o tal vez realmente venía del mar). Nos contó sobre la farmacia del Monasterio Franciscano, una de las más antiguas de Europa, y casi esperaba oler hierbas secas al pasar. La ciudad se sentía viva pero sin prisas; gente charlando tomando café, la ropa ondeando sobre nuestras cabezas como pequeñas banderas.
Confieso que después de tantas historias de asedios y barcos en el fuerte Lovrijenac, las piernas ya me pesaban. Ana se rió cuando intenté pronunciar “Knežev dvor” (el Palacio del Rector), lo hice fatal. Tras el tour tuvimos tiempo libre, así que me alejé y encontré un rincón a la sombra cerca de las murallas donde solo se escuchaban gaviotas por un momento. Ese silencio se quedó conmigo más tiempo del que esperaba.
El viaje por la costa hacia Ston fue más tranquilo; todos medio dormitando o mirando las islas (¿Elafiti? Creo que así las llamó Ana). Cuando por fin paramos para probar las ostras, me sorprendió ese toque salado y fresco. No sé si volveré a comer ostras sin recordar ese lugar junto al agua, con las manos aún frías por la concha. El regreso a Split se sintió más lento, como si nadie quisiera despedirse del día todavía.
La duración depende del tráfico, pero suele ser un día completo incluyendo traslados y paradas.
Sí, la recogida está incluida desde puntos de encuentro en Split y Trogir en horarios establecidos por la mañana.
El tour a pie con guía local certificado está incluido; la degustación de ostras en Ston es opcional y no se especifica almuerzo incluido.
Visitarás el casco antiguo de Dubrovnik, la calle Stradun, el Monasterio Franciscano, el Palacio del Rector, el fuerte Lovrijenac y harás una parada en Ston para probar ostras.
Sí, pueden participar bebés y niños pequeños; se permiten cochecitos y los bebés viajan en brazos durante los traslados.
Se recomienda ropa y calzado cómodo; traje de baño si planeas hacer actividades extra en el tiempo libre.
Sí, los vehículos cuentan con aire acondicionado y WiFi disponible durante el trayecto.
Los puntos principales de salida son las oficinas de Gray Line en Split (Obala Hrvatskog narodnog preporoda 21) y Trogir (Ul. Blaža Jurjeva Trogiranina 1).
Tu día incluye recogida en Split o Trogir en horarios fijos, transporte cómodo con WiFi a bordo, todos los tours a pie por el casco antiguo de Dubrovnik con guía local certificado, y una pausa opcional para degustar ostras frescas en Ston antes de regresar por la costa adriática.
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