Con este tour privado sentirás la esencia de Dubrovnik: vistas panorámicas desde terrazas poco conocidas, rincones frescos junto al río que solo los locales conocen y colinas llenas de historia sobre la ciudad. Ideal si buscas una experiencia más personal que un tour en grupo grande.
La primera parada fue la terraza junto al puente Franjo Tuđman. A primera hora, se siente la brisa salada que viene de la bahía de Rijeka Dubrovačka, y a veces se percibe un leve aroma a pino desde las colinas. Nuestro guía, Marko, nos señaló Lapad y los cruceros alineados en el puerto de Gruž. A un lado, los barrios más modernos de la ciudad; al otro, olivares y pequeños pueblos que salpican el campo. Saqué algunas fotos, pero la verdad es que es difícil captar cómo la luz ilumina esos acantilados justo después del amanecer.
Luego nos dirigimos al río Ombla. No es un río cualquiera: los locales dicen que es uno de los más cortos del mundo con delta. El agua se mantiene fresca incluso en julio, gracias a los manantiales subterráneos. Caminamos junto a antiguos molinos de piedra, algunos cubiertos parcialmente de musgo, y aún se escucha el agua correr por canales construidos hace siglos. Vimos a un par de pescadores lanzando sus cañas donde pequeñas cascadas caen en pozas cristalinas. Si te gusta la observación de aves o simplemente buscas un lugar tranquilo lejos de las multitudes, este sitio es un auténtico tesoro escondido.
El camino hacia el cerro Srđ es serpenteante, con las ventanas abiertas y el canto de las cigarras rodeándonos. Arriba, el fuerte Imperial vigila Dubrovnik. Desde aquí tienes la clásica postal: tejados de terracota del casco antiguo, las murallas que se extienden a lo largo de la costa y las islas dispersas por el mar Adriático. Nos quedamos hasta el atardecer; todo se tiñó de dorado durante unos diez minutos antes de que llegara el crepúsculo. Marko nos contó historias sobre cómo las tropas de Napoleón construyeron el fuerte; se nota que sabe mucho del tema.
Sí, ofrecemos recogida en el hotel o puedes encontrarte con nosotros en un punto céntrico de Dubrovnik, lo que te sea más cómodo.
La experiencia completa suele durar entre 3 y 4 horas, dependiendo de las paradas y el tiempo que quieras pasar en cada mirador.
Por supuesto, es un paseo tranquilo con poco caminar. El vehículo está climatizado y es cómodo para todas las edades.
Si las condiciones lo permiten y quieres darte un chapuzón, solo avísale a tu guía. El agua se mantiene fresca todo el año.
Contarás con un conductor-guía local experto que te contará muchas historias, agua embotellada para mantenerte hidratado, WiFi gratis a bordo para compartir fotos al instante y un vehículo con aire acondicionado para tu comodidad sin importar el calor.
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