Serás elevado sobre la costa de Dubrovnik para una cena al atardecer con vistas panorámicas, menús de degustación croata creados por chefs locales y vino o refrescos ilimitados. Risas con otros invitados, historias del guía y momentos que recordarás mucho después de volver a tierra firme.
La verdad, no sabía qué esperar cuando nos aseguraron en Dinner in the Sky Dubrovnik — las palmas me sudaban solo de mirar la plataforma. Pero al empezar a elevarnos, la ciudad quedó justo debajo, esos tejados rojos como ladrillos dispersos y el Adriático extendiéndose azul por todos lados. Una mezcla rara de nervios y emoción — olía a sal en el aire, y alguien detrás de mí se rió nervioso cuando una gaviota pasó casi a la altura de los ojos. Nuestro guía, Marko, soltó un chiste sobre “croatas voladores” y sirvió la primera copa de vino blanco antes de que dejáramos de subir.
La mesa giraba despacio para no perder detalle — un momento mirabas el sol hundirse en la isla de Lokrum, al siguiente las murallas doradas de la ciudad vieja. La chef (creo que se llamaba Ivana) nos explicó cada plato; me pasó un platito pequeñito de Lika — queso ahumado con algo encurtido que aún no sé pronunciar — y sonrió cuando intenté repetirlo. La comida tenía ese toque fresco de aceite de oliva que solo encuentras aquí. El vino ilimitado relajó a todos; al postre la gente ya compartía historias como viejos amigos. Yo no paraba de sacar fotos, pero a ratos solo me sentaba a disfrutar el momento.
Escogí el menú de degustación de cuatro regiones porque me parecía divertido “viajar” por Croacia sin moverme (bueno, técnicamente ya no estábamos sentados). El pescado dálmata sabía a vacaciones de verano — cítrico y fresco — mientras que la salchicha de Eslavonia tenía ese ahumado que recuerda a fogatas. En un momento alguien preguntó si al staff no se les hacía repetitivo; Marko solo sonrió y dijo que nunca se cansa de esta vista. Ahora lo entiendo.
La hora pasó volando. Al bajarnos sentí las piernas un poco temblorosas, pero no de miedo — más bien esa sensación de euforia después de algo totalmente nuevo. ¿Y la seguridad? Todo se sentía muy firme (mi madre estaría tranquila). ¿Y la comida? Si valoras tanto la gastronomía como las vistas, esta es tu cena en Dubrovnik.
La plataforma de cena se eleva 50 metros sobre el nivel del suelo, con vistas a la costa de Dubrovnik.
Puedes elegir entre una cena de 3 platos (carne, pescado o vegetariana) o un menú de degustación de cuatro regiones con especialidades locales.
Sí, durante la comida tienes vino blanco y tinto ilimitado, además de refrescos.
La experiencia dura aproximadamente una hora desde que se eleva la plataforma hasta que se regresa al suelo.
La instalación es segura, con asientos cómodos y medidas de seguridad; el equipo se asegura de que los invitados estén cómodos en todo momento.
Sí, puedes indicar tus preferencias al reservar; hay opciones vegetarianas en ambos menús.
Los bebés y niños pequeños pueden participar si van acompañados por un adulto; se permiten cochecitos cerca, pero no en la mesa.
Sí, todas las áreas y opciones de transporte son accesibles para personas con movilidad reducida.
Tu noche incluye un ascenso seguro a 50 metros sobre la costa de Dubrovnik, opción entre cena de tres platos o menú de degustación de cuatro regiones preparado por chefs locales, vino blanco y tinto ilimitado o refrescos durante la comida, agua embotellada, todos los impuestos y tasas incluidos, además de tiempo para charlar con los guías y disfrutar de las vistas antes de regresar con seguridad al suelo.
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