Disfrutas de un servicio puerta a puerta en una van cómoda con aire acondicionado, además de la libertad de parar en el camino para snacks o fotos. Es una forma sencilla y sin estrés de viajar entre Quepos y Puerto Jiménez.
Salimos de nuestro hotel en Manuel Antonio justo después del desayuno—maletas listas, café aún caliente en la mano. El conductor nos saludó con un rápido “buenos días” y nos ayudó a cargar el equipaje en una minivan impecable. El aire acondicionado ya estaba encendido (un alivio, porque la humedad se siente incluso a las 8 de la mañana). Hay algo relajante en no tener que preocuparte por direcciones o horarios de autobús; simplemente te acomodas y ves pasar las palmeras por la ventana.
A mitad del camino, pedimos una parada rápida. Nuestro conductor sugirió un puesto de frutas a la orilla de la carretera cerca de Palmar Norte—dijo que su piña es la más dulce de la zona. No se equivocó; la vendedora nos ofreció rodajas recién cortadas, pegajosas y frescas. De vuelta en la ruta, cruzamos pequeños pueblos donde los niños saludaban desde sus bicicletas y se olía el humo de leña de las comidas. El viaje duró poco menos de cuatro horas, pero nunca se sintió apresurado. Si quieres detenerte para fotos o necesitas un baño, no hay problema—se adaptan a tu ritmo.
Sí, puedes pedirle al conductor que se detenga cuando quieras para descansos o para hacer turismo.
Las vans pueden transportar cómodamente hasta 18 pasajeros.
Por supuesto—es privado, flexible y funciona bien para todas las edades.
El trayecto dura alrededor de cuatro horas, aunque puede variar según el tráfico o las paradas.
Tu viaje incluye recogida y regreso al hotel, transporte privado de ida en minivan o minibús con aire acondicionado, y paradas flexibles en el camino. Solo avisa al conductor lo que necesites—están encantados de ayudarte.
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