Remarás por los rápidos salvajes del río Sarapiquí con guías expertos que cuidan tu seguridad sin perder la diversión. Risas, chapuzones, quizá un tucán sobrevolando y frutas frescas en las rocas. Una experiencia auténtica de la naturaleza salvaje de Costa Rica que recordarás mucho después de secar tus zapatos.
Ya estábamos con los cascos puestos cuando un trueno retumbó río arriba. Nuestro guía, Diego, sonrió y dijo que era “buena suerte para remar”. No sabía si hablaba en serio o si era solo una frase típica de Costa Rica. El río Sarapiquí se veía marrón verdoso y agitado bajo el cielo nublado; la verdad, yo también me sentía un poco inquieto. Se oían pájaros en los árboles (Diego señaló un tucán, pero yo no lo vi), y el aire olía a tierra mojada y hojas húmedas por todas partes. Al principio mis manos estaban frías en el remo, pero se me pasó rápido cuando empezamos a avanzar.
Perdí la cuenta de cuántas veces Diego gritó “¡adelante!” mientras enfrentábamos los rápidos—El Caño, Confusión, Superman (creo que me tragué la mitad de ese). El agua me salpicaba en la cara y alguien detrás no paraba de gritar cada vez que chocábamos contra una piedra. También hubo tramos más tranquilos donde podías mirar a tu alrededor y ver mariposas azules revoloteando a la orilla. Paramos en una poza más calmada para que todos pudieran nadar. El agua estaba más fría de lo que esperaba, pero tenía un sabor dulce, ¿no sé cómo explicarlo? Uno de los guías cortó piña y peló yuca justo ahí, sobre una roca—manos pegajosas, pelo mojado, risas por quién se cayó dónde. Todavía recuerdo ese snack.
De regreso del río Sarapiquí, mis zapatos chorreaban con cada paso y mis brazos se sentían como gelatina—pero en el buen sentido. Diego nos contó de su familia que vive cerca y cómo aprendió a leer las corrientes del río antes de andar en bicicleta. Se notaba que estaba orgulloso de este lugar; para ese momento, yo ya entendía por qué. Así que sí, si buscas rafting cerca de San José o una escapada más salvaje que arreglada, este es el plan perfecto.
Los rápidos son clase II-III, ideales para principiantes y quienes buscan algo de aventura.
El tour incluye transporte ida y vuelta al río; verifica si tu hotel está dentro del área de recogida.
Usa traje de baño, shorts o pantalones largos (no jeans), zapatos deportivos o sandalias con sujeción en el tobillo; lleva ropa para cambiarte después.
Durante el tour te darán frutas tropicales y yuca local como snacks.
La edad mínima para este tour en el río Sarapiquí es de 6 años.
No hace falta experiencia; los guías dan instrucciones completas de seguridad antes de empezar.
El tour puede contar con guías multilingües, incluyendo hablantes de inglés.
Sí, hay vestidores y lockers disponibles para tu comodidad.
Tu día incluye transporte ida y vuelta al río Sarapiquí con seguro, todo el equipo de seguridad proporcionado por guías certificados internacionalmente (que realmente saben lo que hacen), además de WiFi en el campamento base si lo necesitas. Recibirás instrucciones completas de seguridad antes de entrar al agua, acceso a parqueo privado si llegas en tu propio vehículo, uso de lockers y vestidores—y siempre habrá fruta fresca y yuca local esperando después de remar antes de regresar.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?