Camina por senderos verdes para ver las aguas increíbles del Río Celeste, párate en Los Teñideros donde los colores cambian frente a tus ojos y refréscate con un baño en una finca local. Almuerza comida típica costarricense al aire libre. Prepárate para sorpresas: niebla en la cara junto a la cascada o risas que resuenan sobre el agua turquesa.
No creía mucho en las historias sobre el color del Río Celeste hasta que estuvimos ahí — ese azul intenso parece brillar bajo los árboles. Nuestro guía, Carlos, sonrió al ver nuestras caras en Los Teñideros, donde se juntan dos ríos y de repente cambian a ese tono. Nos explicó la ciencia, pero yo estaba más pendiente de cómo la luz se colaba entre la niebla sobre el agua. Olía a tierra mojada y a algo dulce que no pude identificar.
La caminata por la selva del Tenorio tuvo tramos embarrados (mis zapatos aún lo recuerdan), pero parábamos seguido — aves volando, un destello verde que cruzaba rápido. En la cascada, apenas se oía nada más que el rugido del agua. Intenté sacar una foto, pero el lente se me empañó con el rocío. Luego fuimos a la finca de Don Alexis para nadar; meterme en ese río azul y frío fue como una terapia para mis piernas cansadas. Había hamacas entre los árboles y algunos se echaban una siesta mientras otros nadaban o se reían del frío.
El almuerzo fue sencillo — arroz, frijoles y pollo — pero después de tanto caminar y nadar supo a gloria. Carlos nos contó de su infancia aquí; nos señaló un árbol más viejo que cualquiera en su familia (nos tomamos fotos grupales un poco torpes con él). Todo el día fue a la vez relajado y lleno de momentos, si eso tiene sentido. Todavía recuerdo el silencio junto al río después de comer — solo el viento en las hojas y alguien tarareando bajito cerca.
La ruta principal dentro de la selva del Tenorio suele tomar varias horas con paradas en lugares clave como Los Teñideros y la cascada.
Se puede nadar en la finca de Don Alexis, en el río, después de visitar la zona del parque nacional.
Sí, el tour incluye recogida y regreso al hotel.
Sí, se incluye un almuerzo tradicional costarricense en la finca de Don Alexis después de la caminata.
Usa ropa cómoda que puedas ensuciar y zapatos resistentes para senderos de selva.
Los niños pueden unirse si van acompañados de un adulto; hay tarifas especiales para niños compartiendo con dos adultos.
La caminata es apta para la mayoría, pero no se recomienda para embarazadas ni personas con problemas cardiovasculares.
Tu día incluye transporte ida y vuelta en minivan con aire acondicionado, todas las entradas a los senderos de la selva del Tenorio y la cascada del Río Celeste, agua embotellada y snacks durante el recorrido, además de un almuerzo típico costarricense junto al río antes de regresar por la tarde.
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