Explora el bosque nuboso de Monteverde con un guía privado que descubre la fauna que pasarías por alto solo. Escucha monos a lo lejos, respira aire a musgo, aprende nombres de plantas (o inténtalo), y disfruta sin prisas ni multitudes. Incluye guía experto para tu grupo y todos los impuestos; lleva ropa para cambios de clima y déjate llevar.
Bajamos del shuttle y el aire se sentía… ¿más denso? Es el típico ambiente del bosque nuboso de Monteverde: todo un poco húmedo y con ese aroma a musgo después de la lluvia. Nuestro guía, Andrés, ya nos esperaba junto al cartel, saludándonos con una sonrisa enorme. Me pasó unos binoculares (casi los dejo caer, no soy muy hábil) y comenzamos el camino hacia la Reserva Curi Cancha. Se escuchaban pájaros cantando en lo alto, pero el silencio predominaba, solo roto por el crujir de nuestras pisadas sobre las hojas mojadas.
Esperaba ver algo grande enseguida, pero Andrés nos detuvo en un pequeño grupo de helechos para mostrar una diminuta rana de cristal pegada a una hoja. Si no fuera por él, ni la habría notado. Hablaba en voz bajita sobre cómo solo salen cuando hay suficiente humedad; su voz casi se perdía entre la neblina. Había un olor a tierra húmeda por todos lados, no desagradable, sino lleno de vida. Íbamos despacio, lo que fue genial porque así se aprecia mucho más. En un momento nos mostró un árbol lleno de orquídeas y trató de enseñarme sus nombres en español. Los arruiné todos; él solo se rió y dijo “poco a poco.”
Más tarde escuchamos a los monos aulladores a lo lejos (suena mucho más grande de lo que son). Pasó una familia con dos niños que no paraban de preguntar si había jaguares — Andrés solo guiñó un ojo y dijo: “Quizás nos están observando.” Empezó a lloviznar pero a nadie le importó; todos íbamos preparados con capas o chaquetas impermeables. La caminata fue tranquila, como si el tiempo se hubiera detenido ahí dentro. Terminamos en la entrada, embarrados pero felices — a veces todavía pienso en esa rana cuando llueve en casa.
No, el transporte no está incluido por defecto, pero puedes añadir ida y vuelta al reservar si lo necesitas.
Te encontrarás con tu guía privado en la recepción de la Reserva, después de tomar el shuttle desde el estacionamiento oficial.
Sí, es ideal para familias, incluidos niños — el ritmo es tranquilo y los guías están acostumbrados a responder sus preguntas.
Usa pantalones largos, zapatos cerrados (nada de sandalias) y lleva capas porque el clima cambia rápido; una chaqueta impermeable es recomendable.
No, debes comprar tu entrada por separado antes de encontrarte con el guía en la reserva.
Los senderos principales son mayormente planos, pero solo algunas zonas como los puentes de Treetopia y la Reserva Agutí son accesibles para sillas de ruedas.
Tu día incluye un guía naturalista privado solo para tu grupo (1–4 o 5–8 personas), más todos los impuestos — las entradas no están incluidas. Te encontrarás en la entrada de la reserva tras llegar en shuttle o caminando; el transporte puede añadirse para facilitar tu llegada si lo deseas.
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