Saldrás del aeropuerto de Liberia y encontrarás a tu chofer esperándote—sin confusiones ni estrés—y te acomodarás en un auto con aire acondicionado y bebidas frías. Disfruta pequeños detalles locales durante el camino mientras avanzas por Guanacaste hacia tu hotel o alquiler. Es comodidad sencilla, pero con ese toque personal que se siente cuando alguien más se encarga del tiempo por ti.
Sentí esa mezcla rara de alivio y nervios al salir del aeropuerto de Liberia — ya sabes, ese momento en que el aire se siente más denso y todos sostienen carteles. Mi nombre estaba en uno (bien escrito, lo que me pareció buena señal), y el chofer me saludó con una sonrisa y un gesto rápido. Ya sabía a dónde me llevaba en Tamarindo, así que no tuve que explicar nada. El coche olía a limón, pero suave, y el aire acondicionado ya estaba encendido, un pequeño milagro después del calor pegajoso afuera.
Hablamos un poco del tráfico en Guanacaste (me dijo que es “pura vida”: a veces rápido, pero casi siempre lento), y me pasó una soda fría del cooler que tenía entre los asientos. Creo que había cervezas también, pero yo me quedé con la Sprite porque apenas era mediodía. Me contó que a veces los vuelos se retrasan horas, pero que ellos siempre esperan — “sin estrés”, dijo mientras se tocaba el reloj con una sonrisa. Me gustó que me habían enviado un mensaje antes de aterrizar para confirmar dónde encontrarnos; Anthony o Stephanie se encargan de eso. Se siente menos como una empresa sin rostro.
El viaje duró como una hora y veinte, más o menos — esquivamos un par de baches, vimos a dos niños saludando desde la orilla de la carretera (les respondimos), y en un momento me señaló unos monos aulladores en los árboles. No sé cómo los vio mientras manejaba. La silla para mi hijo ya estaba puesta atrás — sin complicaciones. No paraba de pensar en lo complicado que habría sido lidiar con taxis o buses con maletas, sobre todo porque llegamos tarde. Así que sí, el traslado privado desde Liberia vale la pena si quieres que todo sea fácil de verdad.
Generalmente entre 1 hora 15 minutos y 1 hora 30 minutos, según el tráfico.
Sí, tu chofer esperará sin importar cuántas horas se retrase tu vuelo.
Anthony o Stephanie te contactarán antes de llegar para darte los detalles del punto de encuentro.
Transporte privado en vehículo con aire acondicionado, además de sodas y cervezas.
Sí, hay sillas especiales para bebés o niños pequeños, solo indícalo al reservar.
Si llegas antes, podrías esperar hasta 15 minutos, pero nunca más de 20.
Sí, la recogida desde tu hotel o alquiler está incluida para el viaje de vuelta.
Tu traslado incluye transporte privado desde el aeropuerto de Liberia en un vehículo limpio con aire acondicionado, sodas y cervezas. Si necesitas silla para bebé, la tienen lista. Además, Anthony o Stephanie coordinan la recogida flexible para que no te preocupes por retrasos ni puntos de encuentro.
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