Sentirás las vainas de cacao en tus manos, probarás chocolate recién molido mientras la lluvia cae encima y escucharás historias de antiguas tradiciones costarricenses, todo bajo la mirada del volcán Arenal. Guiado por expertos locales y con muchas actividades prácticas (y degustaciones), este tour te invita a disfrutar cada momento con calma.
Lo primero que me llamó la atención fue el aroma: terroso, un poco dulce, como hojas mojadas mezcladas con algo más profundo. Estábamos bajo unos árboles enormes cerca de La Fortuna, con el volcán Arenal asomándose imponente al fondo (es imposible no notarlo). Nuestro guía, Diego, me pasó una vaina de cacao — la llamó “el regalo de los dioses”, aunque seguro lo pronuncié mal. La cáscara era áspera y fresca al tacto. La abrió y dentro había unos granos pálidos cubiertos de una pulpa pegajosa. No esperaba probarlos crudos, pero insistió, así que lo hice. Ácidos y con un toque frutal raro, nada que ver con lo que imaginaba que sería el chocolate.
Seguimos del árbol a una mesa bajo un pequeño techo justo cuando la lluvia empezó a golpear suavemente el techo — típico de la selva. Diego nos contó cómo el cacao fue moneda de cambio en Costa Rica, y eso me hizo ver los granos con otros ojos (imagina pagar el súper con semillas de chocolate). Nos enseñó a tostar y moler a mano; mis brazos se cansaron rápido, para mi vergüenza. Hubo un momento en que todos nos quedamos en silencio, solo se escuchaba el roce de piedra contra piedra y la lluvia afuera — honestamente, todavía recuerdo esa calma.
Después llegó la parte que todos esperan en un tour de chocolate en la selva de La Fortuna: la degustación. El chocolate recién molido y caliente no tiene nada que ver con lo que tomas en casa — es más espeso, casi arenoso, y tiene un sabor profundo que se queda contigo. Alguien intentó preparar la bebida tradicional; Diego se rió cuando derramamos un poco tratando de batirla bien. Para entonces, mis manos olían a cacao tostado y humo. Todo duró unas dos horas, pero se sintió más lento, en el mejor sentido. Si te gusta la comida, la historia o simplemente quieres una excusa para comer mucho chocolate con vistas al volcán, este es tu plan.
El tour dura aproximadamente 2 horas.
No se menciona transporte incluido; verifica al reservar.
Sí, todas las áreas y superficies son accesibles para sillas de ruedas.
Sí, los niños pueden unirse, pero deben estar acompañados por un adulto.
Aprenderás sobre la historia del cacao, cosecharás fruta, molerás semillas, prepararás bebidas y probarás chocolate orgánico.
Sí, el tour funciona bajo cualquier clima; viste ropa adecuada.
Se recomienda llevar repelente por las condiciones de la selva.
Tu experiencia incluye guía profesional local durante todo el programa práctico, todas las degustaciones (con chocolate orgánico recién hecho) y los impuestos locales — solo llega listo para probarlo todo y quizás ensuciarte un poco las manos.
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