Camina por la selva cerca de Jaco con un guía local, nada bajo cinco cascadas diferentes en Osa, disfruta un almuerzo tradicional costarricense al aire libre y siente la emoción de saltar a pozas frescas en la jungla—un día que recordarás mucho después de secarte los pies.
¿Alguna vez te has preguntado cómo se siente estar bajo una cascada en plena selva costarricense? Yo no lo sabía hasta que salimos de Jaco temprano esa mañana—ventanas abajo, el aire denso y con olor a verde, nuestro guía José tarareando una vieja cumbia en la radio. El camino hacia el sur, rumbo a Osa, se me hizo más largo de lo que esperaba (quizá porque no paraba de buscar monos), pero fue justo ahí cuando caí en cuenta—esto no era una excursión más desde Jaco. Era como colarse en el patio trasero de la naturaleza.
Primera parada: botas embarradas, el sol apenas asomándose entre los árboles, José repartía repelente como si fuera oro. Caminamos entre enredaderas y helechos—mi camiseta pegada a la espalda, pero el sonido del agua se hacía más fuerte a cada paso. La primera cascada era más pequeña de lo que imaginaba, pero la poza estaba tan fría que me hizo gritar (lo que hizo reír a todos). Para la tercera parada, ya no me importaba cómo me veía en el traje de baño; todos estábamos trepando rocas y saltando juntos. Hubo un momento—la luz del sol filtrándose entre las hojas, el agua retumbando en mis oídos—en que el tiempo pareció detenerse. ¿Sabes a qué me refiero?
El almuerzo llegó entre la cuarta y quinta cascada—una mesa de picnic bajo un techo de zinc, vapor saliendo de platos de casado. Arroz, frijoles, plátanos, pollo con un sabor ahumado y dulce. José nos contó la receta de su abuela mientras tratábamos de no dejar caer agua por todos lados. Mi español es pésimo, pero él sonrió cuando intenté darle las gracias (“gracias por todo”—seguro lo dije mal). Después del último gran salto (vacilé en la cima—mis rodillas todavía lo recuerdan), nos recostamos en las rocas calientes, escuchando los pájaros y sin decir mucho.
Sigo pensando en ese día a veces—en cómo mis zapatos se embarraron toda la tarde, o en el silencio que quedaba después de cada chapuzón. Si buscas una aventura real de cascadas desde Jaco—no solo fotos, sino recuerdos de barro bajo las uñas—esta es la indicada.
El tour incluye la visita a cinco cascadas en tres diferentes lugares.
Sí, el tour incluye recogida en tu ubicación dentro de Jaco al inicio.
No, durante el tour se ofrece un almuerzo auténtico costarricense.
Se puede nadar en las pozas naturales de cada cascada si quieres.
Sí, un guía local que habla inglés acompaña todo el recorrido.
Debes llevar zapatos cerrados o sandalias con tiras (no chanclas), traje de baño, agua, cámara y repelente.
Se recomienda un nivel moderado de condición física por las caminatas y actividades acuáticas.
Tu día incluye recogida en tu ubicación en Jaco en vehículo privado, guía local experto de habla inglesa durante tres cascadas remotas en Osa, oportunidades para nadar en cada lugar y un almuerzo auténtico costarricense servido en plena selva antes de regresar juntos.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?