Descubre el lado salvaje de Guanacaste en un safari en barco por Palo Verde, viendo monos y cocodrilos de cerca antes de disfrutar un almuerzo costarricense a leña. Conoce artesanos Chorotega que moldean cerámica ancestral y prueba café fresco con locales — todo con transporte incluido y un guía experto en cada curva del río. Seguro querrás revivir esos momentos mucho después de volver.
El bote ya deslizaba cuando me di cuenta de lo tranquilo que estaba todo — salvo por los pájaros. Nuestro guía, José, tenía esa habilidad de señalar animales antes de que yo los viera: un destello blanco (garza), algo marrón colgando boca abajo (mono aullador, que parecía no molestarse por nuestra presencia). El río Tempisque en Guanacaste no era lo que imaginaba; es ancho y turbio, pero de alguna forma sereno, con esos árboles grandes que se inclinan sobre el agua como si escucharan de escondidas. En un momento un cocodrilo pasó tan cerca que pude ver las escamas verdosas de su lomo. No voy a mentir, se me aceleró el corazón. José solo sonrió y dijo: “Está acostumbrado a los visitantes.”
No dejaba de pensar en el aroma del aire — dulce y terroso, sobre todo después de dejar el río y parar a almorzar. La cocina era al aire libre, con humo que subía de un fogón bajo grandes ollas. El almuerzo fue un casado: arroz, frijoles, plátanos y algo llamado “picadillo” que sabía mucho mejor de lo que parecía (perdón). Había una señora mayor revolviendo una olla que se rió cuando intenté pedir más café en español. Igual me sirvió otra taza — honestamente, uno de los mejores cafés que he probado. ¿Será por haber estado toda la mañana al aire libre? Difícil decirlo.
Después de comer manejamos un poco más hasta un taller pequeño de cerámica — estilo Chorotega, que José explicó es una técnica ancestral costarricense que se ha transmitido por siglos. La arcilla se sentía fresca y arenosa cuando nos dejaron intentar moldearla. La artesana (se llamaba María) me mostró cómo usa el pulgar para hacer patrones; lo mío parecía un panqueque torcido, pero ella sonrió igual. De regreso alguien repartió jugo de caña en vasos de plástico — frío y dulce, con un toque herbáceo que me quedó más tiempo del que esperaba.
No esperaba sentirme tan conectado con Guanacaste al final de esta excursión — tal vez fue conocer a gente que realmente vive aquí o simplemente flotar por ese río con solo el canto de los pájaros como compañía. Sea como sea, a veces todavía recuerdo esa vista desde el bote cuando el ruido en casa se vuelve demasiado.
El paseo por el río dura unas 2 horas dentro de un tour de día completo desde Guanacaste.
Sí, después del safari en barco disfrutarás un almuerzo tradicional costarricense preparado a leña.
Podrás ver monos, iguanas, cocodrilos y muchas especies de aves a lo largo de la ribera.
Sí, hay una parada en un taller de cerámica Chorotega donde conocerás a artesanos locales.
Incluye recogida y regreso al hotel en vehículos con aire acondicionado.
El tour es apto para todas las edades; hay asientos para bebés disponibles con un costo extra si se necesitan.
Sí, después del almuerzo probarás café costarricense recién preparado en una pequeña tienda.
El tour es relajado; la mayor parte del tiempo se pasa en el bote o en paradas para sentarse.
Tu día incluye recogida en hotel con vehículo con aire acondicionado y guía bilingüe certificado; agua embotellada y paradas para comprar bebidas si quieres; dos horas navegando por las riberas llenas de fauna de Palo Verde; un almuerzo auténtico costarricense cocinado a leña; tiempo práctico aprendiendo técnicas de cerámica Chorotega con artesanos locales; degustación de café (y jugo de caña) antes de regresar juntos.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?