Enfrentarás rápidos salvajes a las afueras de Manuel Antonio con guías expertos que conocen cada curva de la sección Chorro. Prepárate para adrenalina, trabajo en equipo y anécdotas para contar.
Nos encontramos con nuestro guía justo después del desayuno; nos recibió con una sonrisa y un breve resumen de lo que nos esperaba. El trayecto desde Manuel Antonio hasta Esquipulas duró unos 40 minutos, serpenteando entre pequeños pueblos y parches de bosque envueltos en neblina. Notarás que el aire se vuelve más fresco a medida que subes por las colinas. Cuando llegamos a la orilla del río, ya podía escuchar el estruendo del agua rebotando contra las paredes del cañón. No es un río cualquiera: aquí, el Naranjo se abre paso profundamente en la roca madre, creando una garganta estrecha que se siente salvaje y virgen.
La sección Chorro tiene apenas unos 3 km, pero concentra doce estrechos técnicos y caídas impresionantes. Nuestro guía —la leyenda local José— nos señaló nombres como Cola de Dragón y Lamento de Stacy antes de que siquiera nos mojáramos. En enero el caudal es alto, así que la aventura se intensifica; en marzo y abril, todo es cuestión de elegir la línea correcta entre rápidos empinados y técnicos. Recuerdo agarrar fuerte el remo mientras nos deslizábamos entre rocas, con el agua salpicándome en la cara. Hay un momento en que rebotas por un canal, todos gritan “¡Rema fuerte!” y de repente ya estás al otro lado — choques de manos por doquier. Es rápido pero seguro; José conoce cada giro al dedillo.
Esta sección está clasificada como Clase IV-V, así que es para quienes buscan aventura. Pero no necesitas experiencia previa: nuestros guías se aseguran de que todos estén seguros y se diviertan.
Te convienen sandalias con tiras o zapatos para agua, ¡porque te vas a mojar! La ropa de secado rápido es la mejor opción. Deja tus objetos de valor en el hotel; nosotros proporcionamos snacks y bebidas.
Sí, la recogida y regreso al hotel están incluidos en el paquete. Solo dinos dónde te hospedas al reservar.
¡Por supuesto! Siempre que tengas al menos 15 años y una condición física moderada, estás listo para la aventura, incluso si es tu primera vez en rafting.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel, un guía local profesional que conoce cada rápido por su nombre, además de snacks y bebidas para recargar energías después de tanto remar.
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