Baja caminando hasta la Catarata La Fortuna con un guía local, nada en el río bajo acantilados imponentes y luego visita La Finquita para un almuerzo tradicional costarricense con ingredientes orgánicos cultivados en la misma finca. Con momentos prácticos y charlas auténticas, esta excursión desde Arenal te quedará grabada mucho después de que se sequen tus zapatos.
¿Conoces esa sensación de escuchar el agua antes de verla? Así empezó todo para mí en la Catarata La Fortuna: el sonido estaba por todas partes, resonando entre los árboles. Nuestro guía, Diego, señaló un tucán justo cuando comenzamos a bajar por las escaleras empinadas (perdí la cuenta después de cincuenta). El aire se volvió más fresco y denso a cada paso, y cuando llegamos al río, la camiseta ya se me pegaba a la espalda. Hay un momento en que ves la cascada por primera vez — es enorme, casi imposible de asimilar de golpe. Recuerdo a Diego riéndose mientras yo intentaba pronunciar “catarata” (ni cerca estuve), pero él solo sonrió y nos invitó a acercarnos al agua.
Primero metí los pies — el agua estaba tan fría que me hizo jadear. Nadar en ese río con el rocío en la cara y el estruendo detrás se sentía como estar dentro de un cuento. No se puede acercar uno demasiado a la base (la corriente es fuerte), pero incluso desde lejos es impresionante. Había algunos locales también, niños chapoteando y gritando en español. Las piedras estaban resbalosas; casi me caigo una vez, pero me agarré de una roca cubierta de musgo. Mis piernas temblaban cuando subimos de nuevo — esas escaleras no son cualquier cosa.
El almuerzo en La Finquita fue mucho mejor de lo que esperaba. Caminamos entre hileras de verduras y Diego nos contó cómo usan el compost que hacen ahí mismo en la finca. La comida sabía fresca de una forma difícil de explicar; quizá era el hambre después de la caminata, pero hasta el arroz tenía sabor. El dueño nos mostró unos frascos burbujeantes (microorganismos para la tierra, nos dijo) y nos dejó probar un queso casero que todavía recuerdo con cariño.
El sendero mide unos 300 metros y es bastante empinado pero seguro; se recomienda estar en buena forma física.
No, está permitido nadar en el río, pero no cerca de la base por la fuerte corriente.
Sí, incluye un almuerzo tradicional costarricense en La Finquita Farm & Restaurant.
Sí, tanto las entradas como el transporte están incluidos en la reserva.
Pueden participar niños, pero avisa si vienen menores de 12 años; hay asientos especiales para bebés.
Trae traje de baño, toalla, zapatos cómodos para la caminata y quizá una camiseta extra porque te mojarás o sudarás.
No se recomienda para embarazadas ni personas con problemas de columna o cardiovasculares.
Tu día incluye transporte local de ida y vuelta, entradas para la Catarata La Fortuna y La Finquita Farm & Restaurant, guía experto durante toda la experiencia y un almuerzo tradicional costarricense con ingredientes orgánicos cultivados en la finca antes de regresar cómodo.
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