Pasa un día recorriendo la selva de Arenal para descubrir tres cascadas salvajes — Pinta, cañón Pandora y Yellow Bull Falls — con un guía local bilingüe. Nada en pozas azules, observa la fauna y escucha historias de alguien que creció aquí. Una aventura pura de Costa Rica que recordarás mucho después de que se sequen tus zapatos.
Para ser sincero, casi me doy la vuelta cuando vi las nubes acercarse sobre Arenal esa mañana, pero algo en la sonrisa de nuestro guía, Diego, mirando al cielo me hizo quedarme. Dijo que la lluvia solo hace que las cascadas suenen más fuerte. Empezamos por un sendero embarrado, con las botas chapoteando, y no dejaba de pensar en lo verde que estaba todo, como si alguien hubiera subido el brillo. La primera parada fue la cascada Pinta. La escuchas antes de verla: un rugido profundo y constante que se siente en el pecho. Diego señaló unas ranitas amarillas diminutas en una hoja (casi no las veo), y de repente ahí estaba: agua cayendo como si no tuviera fin en una poza tan clara que podía ver mi reflejo nervioso.
Después seguimos hacia el cañón Pandora, y honestamente no esperaba que el agua fuera tan azul. No es un azul de foto retocada, sino como si hubieran tirado pintura turquesa en el río y esta girara entre las piedras. Las paredes del cañón están tan cerca que tu voz rebota cuando te ríes (que fue mucho, especialmente cuando intenté decir “celeste” en español). Había un olor a musgo por todos lados, mezclado con algo dulce que no supe identificar — tal vez flores silvestres. Cuando llegamos a Yellow Bull Falls (que en realidad son tres cascadas una sobre otra), mis piernas ya estaban cansadas, pero no me importó. Unos niños del lugar nadaban bajo una de las caídas y nos hicieron señas para que nos unieramos; dudé porque el agua se veía fría, pero al final me lancé. Todavía tiemblo solo de pensarlo.
De regreso, Diego nos contó historias de su infancia cerca de La Fortuna y cómo su abuela lo traía aquí antes de que existieran senderos marcados o señales. Nos hizo probar un fruto raro que recogió de un árbol (súper ácido) y bromeó diciendo que si podíamos con eso, podíamos con cualquier cosa que Costa Rica nos pusiera. Para entonces mis zapatos estaban empapados, pero ni lo notaba — estaba demasiado ocupado viendo cómo la luz del sol se colaba entre las hojas. Si buscas una excursión de un día desde Arenal con cascadas auténticas y buena compañía (y un guía bilingüe que realmente conoce el lugar), esta es la indicada.
Visitarás tres cascadas diferentes: Pinta, cañón Pandora y Yellow Bull Falls.
Sí, un guía bilingüe inglés/español acompaña todo el recorrido.
Sí, todas las tarifas de acceso y servicios están cubiertas en la reserva.
Hay opciones de transporte público cerca del punto de inicio.
Se recomienda tener condición física moderada; no es apto para personas con lesiones en la columna o problemas cardíacos.
Sí, hay oportunidades para nadar y disfrutar del río en algunas cascadas.
No, esta caminata no es recomendable para embarazadas.
La caminata es cerca de Arenal; la mayoría de viajeros salen desde La Fortuna.
Tu día incluye la guía de un experto local bilingüe inglés/español y todas las entradas y tarifas cubiertas — así solo te concentras en caminar entre cascadas y disfrutar del río sin preocuparte por logística o gastos extras.
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