Cruza puentes colgantes entre la niebla, nada en la fresca catarata La Fortuna y recorre senderos volcánicos con un guía local que conoce cada canto de ave. El traslado desde el hotel lo hace todo fácil: solo llega listo para la aventura y deja que Costa Rica te sorprenda.
Nunca pensé que me pondría tan nervioso en un puente. Mistico Hanging Bridges fue nuestra primera parada tras el traslado temprano en La Fortuna—mi café apenas había hecho efecto cuando pisamos ese primer camino que se movía. Nuestro guía, Andrés, señaló un tucán en lo alto (yo fingí verlo). El aire se sentía denso y verde, si eso tiene sentido. Se escuchaba el agua caer de las hojas y algo piando profundo en los árboles. Mis zapatos chirriaban sobre las tablas de metal. No podía dejar de mirar hacia abajo—todo era selva bajo mis pies.
Después manejamos unos 15 minutos hasta la catarata La Fortuna. El sendero para bajar es empinado y resbaladizo en algunos tramos (Andrés nos advirtió sobre el musgo), pero el sonido del agua llega antes que la vista—un rugido suave que se hace más fuerte con cada paso. La poza al pie es tan fría que te hace jadear, pero la verdad me encantó. Había niños locales saltando y riendo como si lo hicieran desde siempre. Me senté en una roca un rato después de nadar, solo mirando cómo la luz del sol brillaba entre el rocío.
El almuerzo fue sencillo pero sabroso—arroz, frijoles, pollo con una salsa ácida que no pude pronunciar (Li se rió cuando intenté decirla en español). Luego vino la última parte: caminar por los senderos al pie del volcán Arenal. El suelo aquí se siente distinto—como crujiente por las antiguas corrientes de lava—y de vez en cuando se asoma el volcán entre los árboles. Llegamos al Mirador El Silencio justo cuando las nubes empezaban a cubrir la cima; nada dramático, pero sí impresionante en silencio. A veces todavía recuerdo esa vista cuando estoy atrapado en la oficina.
El tour va de 7:30 a.m. hasta aproximadamente las 5:30 p.m.
Sí, incluye almuerzo, snacks y agua embotellada.
Sí, recogida y regreso al hotel están incluidos.
Los niños pueden participar si van acompañados por un adulto; hay asientos para bebés.
Lleva ropa cómoda, zapatos para caminar, impermeable, repelente, cámara y binoculares si tienes.
Son fáciles a moderadas, pero incluyen escaleras y terreno irregular.
Sí, todas las entradas están cubiertas en la reserva.
Sí, se reserva tiempo para nadar en la poza de la catarata.
El día incluye traslado ida y vuelta en minivan con aire acondicionado, entradas a Mistico Hanging Bridges y catarata La Fortuna, caminatas guiadas por los senderos al pie del volcán Arenal con un naturalista bilingüe que mantiene el ambiente ameno (y reparte galletas), además de snacks, agua embotellada y un almuerzo tradicional costarricense antes de regresar.
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