Te recibirán en el Aeropuerto de San José con un conductor local para un traslado privado y cómodo a Manuel Antonio. En el camino harás paradas para probar fruta tropical fresca en puestos locales y avistar cocodrilos o guacamayas cerca de los ríos — pequeños momentos que convierten un traslado simple en una experiencia inolvidable.
“No te preocupes, te veré antes de que tú me veas a mí,” sonrió Marco, nuestro conductor, mientras sostenía un cartel con mi nombre en la puerta de llegadas del Aeropuerto de San José. Tenía razón: de alguna forma, parecía alguien en quien confiar para cruzar Costa Rica, incluso antes de salir del terminal. El aire afuera era denso y cálido, ese tipo de humedad que se pega a la camiseta pero que también huele dulce, como tierra mojada y fruta fresca. Nos subimos a la minivan (el aire acondicionado ya funcionando) y Marco preguntó si queríamos música o solo el sonido del camino. Pedí ambas cosas, y eso le sacó una carcajada.
El viaje desde el Aeropuerto de San José a Manuel Antonio debería durar unas tres horas, pero honestamente se sintió como un pequeño viaje por sí mismo. Alrededor de la primera hora, Marco se detuvo en una fila de puestos de fruta — nada turístico, solo locales charlando y cortando piñas con machetes que parecían más viejos que yo. Nos ofreció mango tan maduro que el jugo me corría por la muñeca. Intenté decir “cas” (¿una guayaba ácida?) en español y una de las señoras me corrigió con paciencia. Hubo un momento en que todo se ralentizó: dedos pegajosos, el sol en la cara, el zumbido bajo de los camiones pasando.
Paramos otra vez en un puente donde la gente se asomaba al barandal — abajo, cocodrilos enormes descansando en el agua lodosa. Marco señaló unas guacamayas rojas volando sobre nosotros (“lapa roja,” dijo), sus colores casi demasiado vivos contra el cielo. No esperaba ver animales salvajes en un traslado privado, pero ahí estábamos — cámara en mano, todos susurrando aunque los cocodrilos no nos oyeran. El resto del camino se desdibujó entre colinas verdes y gotas de lluvia golpeando las ventanas. Sigo pensando en ese tramo entre puestos de fruta y puentes selváticos; se sintió más auténtico que muchos tours que he hecho.
El trayecto dura aproximadamente 3 horas, sin contar las paradas para ver lugares o comer algo en el camino.
Sí, el conductor te esperará en la puerta de llegadas con un cartel con tu nombre.
Sí, normalmente se para en puestos de fruta locales y en lugares para ver fauna como cocodrilos o guacamayas.
Sí, hay asientos especiales para bebés y es apto para todos los niveles de movilidad.
Sí, los animales de servicio están permitidos durante el traslado.
Se utiliza una minivan con aire acondicionado para mayor comodidad durante el viaje.
Puedes pedir paradas para ver lugares o comer algo; los conductores son flexibles cuando es posible.
Tu traslado incluye recogida en el Aeropuerto de San José por un conductor local, todos los impuestos y tasas, transporte en minivan con aire acondicionado (y asientos para bebés si los necesitas), además de tiempo para paradas a probar fruta fresca o ver fauna antes de llegar a Manuel Antonio.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?