Recorre la historia de Seúl en e-bike: pasa por la gran puerta del Palacio Gyeongbokgung, sigue el arroyo Cheonggyecheon, prueba comida callejera en un mercado animado y disfruta de la calma perfumada de incienso en el Templo Jogyesa. Con guía local y almuerzo incluido, vivirás los mejores momentos de la ciudad y esos detalles que se quedan para siempre.
Empezamos a pedalear justo cuando la ciudad despertaba — se oían vendedores arrastrando cajas y el leve pitido de scooters de reparto detrás de nosotros. Nuestra guía, Minji, repartió cascos y revisó las bicicletas con una calma que me dio confianza al instante. Las e-bikes se sentían sorprendentemente suaves, incluso para alguien como yo que no montaba en bici desde hace años. La primera parada fue el arroyo Cheonggyecheon, donde el agua corría rápido bajo pequeños puentes y algunos oficinistas ya estaban sentados en el borde con su café. Pensé en cómo Seúl siempre está en movimiento, pero hay rincones de calma si sabes dónde buscar.
Llegamos a la puerta principal del Palacio Gyeongbokgung, que desde el asiento de la bici se veía aún más imponente — esas vigas rojas y los leones de piedra te miraban fijamente. Minji señaló detalles en las tejas antiguas que jamás habría notado por mi cuenta. Luego nos metimos en una calle lateral cerca de un mercado tradicional; el aire cambió al instante — de repente olía a masa frita y a pastelitos de arroz dulce (intenté decir “hotteok” pero seguro que lo dije mal). Un vendedor de brochetas nos sonrió y nos dio un extra “para tener energía”.
La ruta nos llevó frente a la Casa Azul — la residencia presidencial — pero lo que más me quedó fue pedalear por el barrio Bukchon Hanok. Las casas tienen techos inclinados y puertas de madera; se escuchaba el crujir de las ruedas sobre las piedras antiguas. Un niño nos saludó desde una ventana, y me hizo reír porque seguro que me veía ridículo con el casco. Terminamos en el Templo Jogyesa, donde todo se ralentizó un momento. El incienso flotaba por el patio y aunque estábamos en pleno centro de Seúl, se sentía tan tranquilo que podías oír los pájaros arriba.
Sí, durante el tour disfrutarás comida coreana local en un mercado tradicional.
El tour arranca cerca del centro de Seúl; se recomienda llegar 20–30 minutos antes para ajustar las bicicletas.
Visitarás el arroyo Cheonggyecheon, el Palacio Gyeongbokgung, la Casa Azul (Cheong Wa Dae), el barrio Bukchon Hanok y el Templo Jogyesa.
Sí, un guía local acompaña al grupo durante toda la excursión.
Sí, el casco, chaleco, seguro completo y el uso de la e-bike están incluidos.
Los bebés o niños pequeños pueden ir en cochecito o carrito; también se permiten animales de servicio.
El tiempo de pedaleo es el indicado; se recomienda llegar 20–30 minutos antes para ajustes y contar unos 30 minutos extra al final.
Tu día incluye el uso de una e-bike adaptada para ti, con casco y chaleco para tu seguridad. Un guía local experto te llevará por lugares emblemáticos como el Palacio Gyeongbokgung y el barrio Bukchon Hanok. Disfrutarás comida callejera coreana en un mercado tradicional — el almuerzo está incluido — y contarás con seguro completo durante toda la ruta.
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