Camina entre lazos de memoria en el Parque Imjingak, cruza el puente rojo y oscilante del monte Gamak donde la historia se siente en el aire, desciende al oscuro Túnel 3 con las historias de tu guía resonando a tu alrededor y contempla la tensa frontera desde el Observatorio Dora, cada parada dejando su huella en tu día.
Lo primero que sentí al llegar al Parque Imjingak fue el viento. No está tan lejos de Seúl, ¿una hora quizá? Pero parecía otro mundo. Nuestro guía, el señor Kim, comenzó a contarnos sobre las familias separadas por la guerra mientras pasábamos junto a Mangbaedan. Había lazos por todas partes, ondeando en las vallas, mensajes escritos con letra temblorosa. Intenté leer uno, pero mi coreano es pésimo; me quedé un momento en silencio, pensando en toda esa gente que aún espera.
Después nos dirigimos al monte Gamak para cruzar el puente colgante rojo. Se llama Puente Colgante Gamaksan y, la verdad, no esperaba que fuera tan estrecho ni tan alto. La vista hacia abajo da vértigo (mi amigo me agarró del brazo y se rió). El señor Kim señaló dónde las tropas británicas resistieron a miles durante la Batalla de Gloster Hill; se quedó en silencio un instante y nosotros también. El aire olía a algo punzante, casi metálico, tal vez por el río o por los nervios.
Lo mejor fue sin duda el Túnel 3. Con casco puesto, nos metimos adentro: hace frío y humedad, apenas cabe uno al lado del otro. Al parecer, Corea del Norte lo excavó en secreto bajo tierra; si miras bien, aún se ven marcas de taladro en las paredes. Mis gafas se empañaron a mitad de camino, así que solo escuchaba el eco de nuestros pasos. Cuando llegamos al Observatorio Dora, las nubes cubrían Corea del Norte; se distinguían algunos edificios con los prismáticos. Alguien a mi lado susurró que vio movimiento, pero no sé si fue real.
Seguía pensando en esas líneas invisibles: familias separadas, soldados luchando en colinas que pocos conocen. Cuando me dejaron en Seúl (estación City Hall para mí), todo parecía más ruidoso y brillante que antes. No sabía qué esperar de una excursión a la DMZ, pero me quedó grabada mucho más tiempo del que imaginé.
El tour dura todo el día, incluyendo el traslado desde Seúl y las visitas a Imjingak, el puente Gamaksan, el Túnel 3 y el Observatorio Dora.
La recogida se organiza según el punto de encuentro que elijas en Seúl; revisa tu confirmación para más detalles.
Sí, es obligatorio presentar pasaporte válido según las autoridades militares que controlan la DMZ.
Se permiten bebés, pero deben ir en brazos de un adulto; no se recomienda para personas con problemas de salud o movilidad limitada.
Se recomienda llevar snacks y agua para mantener la energía; también zapatos cómodos para caminar.
No, el tour se centra solo en sitios históricos, sin paradas para comer o comprar.
Desde el Observatorio Dora se puede ver Corea del Norte y visitar zonas cercanas a la Línea de Demarcación Militar, pero no se cruza la frontera.
Sí, las entradas a Imjingak, el Túnel 3 y demás sitios están incluidas en tu reserva.
Tu día incluye transporte ida y vuelta desde Seúl (recogida en el punto que elijas), entradas a Imjingak y principales lugares como el Puente Colgante Gamaksan y el Túnel 3 de la Agresión, además de un guía local experto que comparte historias que no encontrarás en ningún libro en cada parada.
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