Dejarás Bogotá por un día para explorar las legendarias aguas del lago Guatavita y el pueblo reconstruido cercano. Con un guía local que comparte historias (y quizás algunas risas), recorrerás senderos suaves, probarás un almuerzo tradicional colombiano junto al embalse si quieres, y captarás destellos de historia que te acompañarán mucho después de volver a la ciudad.
No esperaba que el aire alrededor del lago Guatavita se sintiera tan fresco y nítido — casi como si contuviera la respiración. Nuestro guía, Andrés, nos recibió en Bogotá (justo en nuestro hotel, lo que sinceramente nos ahorró confusiones matutinas) y empezó a contar historias antes de que siquiera saliéramos de la ciudad. Tenía esa habilidad de hacer que la leyenda de El Dorado sonara menos a mito y más a algo que pudo haber pasado la semana pasada. Intenté repetir “Guatavita” como él, pero mi acento lo hizo reír — de buena manera.
El camino fue más largo de lo que pensaba, pero ver cómo la ciudad se desvanecía entre colinas verdes fue un alivio después de días con el ruido de Bogotá. Paramos en Nuevo Guatavita, que se ve extrañamente ordenado comparado con la mayoría de los pueblos colombianos — resulta que lo reconstruyeron después de inundar el antiguo para crear un embalse. Hay algo raro en caminar por calles que no estaban destinadas a existir, ¿sabes? Los locales nos saludaban al pasar; un anciano vendiendo arepas nos hizo un gesto como si hubiera visto todo tipo de turistas llegar.
La caminata hasta el lago Guatavita no fue difícil, pero igual me quedé sin aliento (la altura no es broma). El sendero olía débilmente a tierra mojada y eucalipto. Arriba, había un silencio especial — no era silencio total, sino sonidos más suaves: pájaros a lo lejos, la voz baja de Andrés señalando dónde se lanzaban ofrendas de oro al agua hace siglos. Toqué la corteza rugosa de un árbol mientras hablaba de rituales; por un momento sentí que el tiempo se doblaba sobre sí mismo. El almuerzo junto al embalse Tominé supo mejor de lo que debería — tal vez porque tenía hambre o porque era comida sencilla pero bien hecha.
Es un tour de día completo que incluye el tiempo de viaje desde Bogotá hasta el lago Guatavita y regreso.
El almuerzo es opcional; puedes elegir incluirlo al hacer la reserva.
Sí, incluye recogida y regreso al hotel en Bogotá.
Sí, un guía local experto acompaña toda la experiencia.
También visitarás el pueblo Nuevo Guatavita y almorzarás junto al embalse Tominé.
Sí, es adecuado para todos los niveles físicos.
Sí, selecciona la opción de recogida en aeropuerto al reservar para tours durante escalas.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel en Bogotá, entradas al lago Guatavita, guía local experto durante todo el recorrido, seguro a todo riesgo durante las actividades y—si quieres—un almuerzo tradicional colombiano junto al embalse Tominé antes de regresar a la ciudad.
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