Camina por las vibrantes calles de Palenque con un guía local, escucha historias en la plaza de Benkos Bioho, prueba ron casero y un almuerzo tradicional, y siente cómo la música late en la comunidad. Desde la medicina ancestral hasta los murales llenos de vida y risas espontáneas, te llevarás algo más que fotos: una conexión que permanece.
“Prueba esto,” sonrió nuestro guía, entregándome un vasito con algo que olía dulce y fuerte: ron local, que al parecer es la bienvenida típica en San Basilio de Palenque. Apenas di un sorbo cuando la música empezó a sonar en alguna parte de la calle—tambores y voces que me hicieron vibrar el pecho. El viaje desde Cartagena duró poco más de una hora, pero bajar de la van fue como cruzar a otro mundo. El aire se siente cálido y pegajoso, y los colores están por todos lados: murales pintados, pañuelos brillantes, hasta las casas parecen cantar.
Paseamos por la plaza principal donde está la estatua de Benkos Bioho—nuestro guía nos contó sobre él en una mezcla de español y palenquero que no logré entender del todo (Li se rió cuando intenté repetir una palabra; seguro la arruiné). En la Casa Mi Kombilesa, alguien tejía canastos en un patio mientras otro grupo tocaba marímbula. El sonido es profundo y madera pura—la verdad, nunca había escuchado algo así. Hubo un momento en que todos nos quedamos en silencio, solo escuchando. Se sintió importante.
El almuerzo llegó más tarde de lo que esperaba (supongo que el tiempo aquí va a otro ritmo), pero valió la pena—arroz con pescado y plátanos, acompañado de una limonada con un toque herbal. Nuestra guía nos explicó cómo funciona la medicina tradicional; nos mostró hojas que ella misma había recogido de su jardín. No pensé que me interesaría esa parte, pero aún recuerdo esos aromas—terrosos, intensos, casi medicinales pero también reconfortantes. Terminamos siguiendo la ruta de los murales de regreso a la van, pasando niños jugando fútbol descalzos y mujeres charlando bajo los mangos. No era nada preparado ni perfecto—solo la vida real a nuestro alrededor.
Está a poco más de una hora en carro desde Cartagena hasta San Basilio de Palenque.
Sí, el transporte desde y hacia tu hotel en Cartagena está incluido.
Incluye un almuerzo típico palenquero, generalmente arroz, pescado o carne, plátanos y una bebida refrescante.
Sí, durante el tour podrás ver demostraciones de música y baile tradicional.
Sí, los bebés pueden ir en cochecitos y hay asientos especiales para ellos.
Visitarás lugares como la Casa Mi Kombilesa, el museo-casa Masu Tejedor y verás murales comunitarios.
Los guías son locales certificados; el nivel de inglés puede variar, pero generalmente el tour es accesible para angloparlantes.
Sí, el transporte es en vehículos cómodos con aire acondicionado.
Tu día incluye transporte puerta a puerta desde tu hotel en Cartagena en un vehículo con aire acondicionado y horarios flexibles. Te recibirán con ron artesanal antes de explorar las plazas, museos y rutas de murales de Palenque junto a guías locales certificados. La experiencia incluye música y baile en vivo, además de un almuerzo típico palenquero con bebidas antes de regresar a Cartagena.
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