Aprenderás a surfear en olas suaves del Caribe con instructores expertos que mantienen las clases pequeñas y adaptadas a tu nivel. Disfruta del auténtico café colombiano, relájate junto a la piscina después de tu clase y déjate llevar por esa energía relajada de la costa—todo el equipo incluido.
Lo primero que me impactó fue la brisa salada—cálida, pero sin ser pesada. Nos encontramos con nuestro instructor justo afuera del pequeño café, donde el aroma del café colombiano recién hecho se mezclaba con el protector solar y el aire marino. Antes de empezar, tomamos una taza y nos sentamos bajo una palma para una breve introducción sobre cómo funcionan las olas. No fue una clase aburrida—nuestro guía, Andrés, usó un palo para dibujar en la arena y mostrarnos cómo se mueve la corriente justo en Punta de Buritaca.
Con las tablas bajo el brazo, caminamos unos diez minutos por un sendero arenoso. Se escuchaban las olas antes de verlas—constantes y tentadoras. La playa se divide en dos zonas: cerca de la orilla para principiantes (el “interior”), y más lejos para quienes ya dominan la tabla (“exterior”). Yo empecé en el interior; mi amigo fue más allá con otro instructor. Los grupos eran muy pequeños—solo tres personas por entrenador—lo que hacía que la experiencia fuera muy personalizada. Después de cada intento recibíamos mucha retroalimentación; a veces te caías y salías riendo, con agua salada en la nariz, pero siempre aprendiendo algo nuevo.
Luego nos enjuagamos y nos relajamos junto a la piscina del hostal de al lado. Algunos jugaban voleibol mientras otros simplemente descansaban con otra ronda de café mientras el sol bajaba. Si tienes hambre, hay un restaurante justo ahí—nada lujoso, pero comida local de calidad. El ambiente es tranquilo; nadie te apura para que salgas de la playa o del agua.
¡Por supuesto! La rompiente interior es perfecta para quienes nunca han surfeado, y los instructores adaptan todo a tu nivel.
No, todo el equipo está incluido en la clase.
Sí, hay opciones de transporte público cerca, así que llegar es bastante sencillo.
¡Sí! Hay asientos especiales para los más pequeños si es necesario, y los instructores son excelentes con todas las edades.
Esta actividad no se recomienda para personas con problemas cardiovasculares o mujeres embarazadas.
Tu clase de surf incluye todo el equipo necesario (tabla, leash), instrucción certificada adaptada a tu nivel, además de café o té colombiano ilimitado durante tu visita.
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