Camina por las calles antiguas de Bogotá con un guía local, probando tamales, empanadas y café colombiano mientras descubres las historias detrás de cada plato. Incluye paradas en museos, mercados vibrantes y momentos para disfrutar la vida de la ciudad. Este tour te deja satisfecho, pero con ganas de más historias de Bogotá.
Comenzamos a recorrer el centro histórico de Bogotá justo cuando la ciudad despertaba — un poco de neblina en el aire, gente vendiendo periódicos y ese aroma tenue a arepas que se colaba por ahí cerca. Nuestro guía Camilo nos recibió frente al Museo del Oro, que por fuera parece más un banco que un cofre del tesoro. Pero adentro, el oro brillaba bajo las luces, y Camilo nos contó historias de rituales ancestrales y ciudades perdidas mientras yo intentaba no tocar nada (casi fallo). Luego salimos a la calle y nos entregó nuestro primer tamal, aún tibio en su hoja de plátano. Pesaba en mis manos — no esperaba que fuera tan contundente tan temprano, pero funcionó perfecto.
Pasamos por el Parque Santander, donde los loros chillaban desde arriba (más fuerte de lo que imaginaba), y probamos un jugo de fruta fresca que sabía a sol después de la lluvia. Había señores mayores jugando ajedrez en los bancos, sin prestarnos mucha atención al pasar. En el Banco de la República, Camilo señaló monedas de todas las épocas — yo sólo medio escuchaba porque estaba ocupado mordiendo unos mini sándwiches que llaman “sanduchitos”. Se rió cuando pedí repetir. Paramos en el monumento a Jorge Eliécer Gaitán y hablamos de política mientras disfrutábamos de un ajiaco humeante; tan espeso que podías dejar el cucharón parado.
Hubo más paradas de las que esperaba — en la Plaza del Rosario probamos empanadas crujientes y saladas, luego el Mercado de La Concordia con todos esos olores mezclados (cilantro, mangos maduros), y en la Calle del Funnel, donde las paredes están pintadas de colores vivos y siempre parece que alguien está cantando cerca. Probé unos buñuelos ahí — casi me quemo la lengua, pero valió la pena. En la Plaza del Chorro de Quevedo tomamos algo llamado tamal líquido, que para mí es puro confort en taza.
Perdí la noción del tiempo entre churros con chocolate caliente en el Museo Botero (las esculturas parecen a punto de salir caminando) y ese último café en la Plaza de Bolívar, viendo a las palomas pavonearse como si fueran las dueñas del lugar. Al final, Camilo nos dio un mapa gratis, pero lo que más me quedó fue cómo cada bocado tenía una historia o recuerdo para él — me hizo desear haber crecido aquí, aunque fuera por un instante.
El contenido no especifica la duración; consulta con el proveedor para más detalles.
No incluye recogida en hotel; el punto de encuentro suele estar en el centro histórico de Bogotá.
El contenido no menciona opciones vegetarianas; contacta directamente al proveedor para confirmar.
Probarás tamales, empanadas, ajiaco, sanduchitos, buñuelos, chocolate caliente con churros, postres colombianos, jugos frescos y café.
Sí; se visitan el Museo del Oro y el Museo Botero, entre otros sitios culturales.
El tour es apto para todos los niveles físicos; los bebés deben ir en el regazo de un adulto.
Sí; hay opciones de transporte público cerca del punto de encuentro.
Sí; la Plaza de Bolívar es una de las paradas incluidas en este recorrido a pie.
Tu día incluye todas las degustaciones del recorrido — tamales, empanadas, sopas y postres — además de la entrada a museos como el Museo del Oro y el Museo Botero. Contarás con un guía profesional certificado que te llevará por cada parada en el centro histórico de Bogotá y recibirás un mapa gratis para seguir explorando después de la experiencia en grupo.
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