Cambia el bullicio de Cartagena por la calma de Barú: mañanas pausadas, brisas cálidas y tiempo en el Mambo Beach Club de Playa Blanca con almuerzo incluido. Guías amigables se encargan de recogerte en el hotel y todos los detalles para que solo te dediques a flotar en agua cristalina o dormir bajo una palapa. No es lujoso, pero se siente auténtico—y seguro extrañarás ese aire salado cuando vuelvas a la ciudad.
Confieso que reservé esta excursión a Playa Blanca en Barú principalmente para escapar un rato del ruido de la ciudad. La idea de la isla Barú sonaba casi perfecta: arena blanca, agua cristalina, todo eso. Pero lo que realmente me quedó grabado fueron esos pequeños momentos. Nuestro guía, Daniel, llegó justo a tiempo (yo todavía peleándome con el protector solar) y fuimos recogiendo a otros viajeros en el camino. El tráfico avanzaba lento; alguien bromeó diciendo que el “Car-tagena” era toda una aventura. Pero nadie tenía prisa, tal vez así es la costa.
Al cruzar el puente de Barú sentí que dejábamos algo atrás: el calor de la ciudad se cambió por manglares y aire salado. Daniel nos contó que antes de 2014 la gente cruzaba en balsa; señaló los tres pueblitos de Barú mientras pasábamos. No nos detuvimos, pero se veían niños saludando desde las puertas y ropa ondeando con la brisa. Las ventanas del bus se empañaron por las toallas y trajes de baño mojados que llevábamos en las bolsas.
Playa Blanca estaba animada pero sin ser caótica, con muchas familias y vendedores ofreciendo mango fresco (compré un poco y me quedé con las manos pegajosas horas). La zona del Mambo Beach Club es más tranquila, escondida en un extremo con sus tumbonas azules y cabañas a la sombra. Pasé la mayor parte del tiempo flotando en un agua tan clara que podías ver cómo se movían tus dedos. El almuerzo fue sencillo: pescado con arroz de coco, pero honestamente, ese sabor se quedó más en mi memoria que cualquier plato elegante que haya probado últimamente. Comer con los pies en la arena cálida tiene algo mágico.
Salimos cerca de las 2 de la tarde, con la piel quemada y arena por todos lados. Alguien se quedó dormido en el camino de regreso, casi me pasa a mí también. No fue nada espectacular, pero de vez en cuando recuerdo ese baño tranquilo cuando la ciudad se vuelve demasiado ruidosa.
La recogida es entre las 6:00 y las 7:30 am en tu alojamiento en Cartagena.
Recibes un voucher por 30,000 pesos para elegir lo que quieras del menú.
Llegas en la mañana y te vas alrededor de las 2 pm, así que tienes varias horas para disfrutar en el club de playa.
Sí, los visitantes pueden usar baños, lockers, tumbonas, cabañas, mesas y sillas sin costo extra.
El tour es para todos los niveles de condición física; los bebés viajan en el regazo de un adulto.
Sí, el transporte con aire acondicionado y recogida en hotel está incluido para todos los pasajeros.
Un guía bilingüe acompaña todo el día en la excursión a Playa Blanca.
No se recomienda para personas embarazadas según la información disponible.
Tu día incluye recogida en tu hotel o hostal en Cartagena con transporte con aire acondicionado hasta la isla Barú, entrada al Mambo Beach Club con uso completo de tumbonas, cabañas a la sombra, baños y lockers; además, te espera una bebida de bienvenida al llegar y un voucher para almorzar lo que quieras en su menú. Todo con un guía bilingüe amable que se encarga de cada detalle y te regresa a media tarde.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?