Te pondrás el traje de neopreno en Chipre y aprenderás lo básico del buceo con un guía local paciente antes de ir a Green Bay para tu primera inmersión. Grupos pequeños, máximo cuatro personas, y mucho apoyo mientras practicas respirar bajo el agua y ves peces (quizá hasta una tortuga). Al salir, disfruta de un té o café con tus nuevos compañeros mientras te secas al sol.
Lo primero que noté fue cómo se sentía el traje de neopreno: ajustado y un poco gomoso, casi como ponerme un disfraz de superhéroe (aunque no me veía ni de lejos como uno). Nuestro instructor, Andreas, sonreía mientras repartía las máscaras. Me dijo algo como “no te preocupes si te ves raro”, y eso me ayudó a relajarme. El aire salado de Green Bay se mezclaba con el olor a protector solar y un toque plástico del equipo. Nunca había hecho algo así; mi corazón latía más fuerte que las olas golpeando las rocas cercanas.
Empezamos con una breve clase teórica en la escuela de buceo; Andreas explicó todo sin complicarlo. Incluso hizo unos dibujitos en la pizarra. Luego subimos a la furgoneta (que olía un poco a neopreno húmedo y café) y nos fuimos hacia la bahía. Solo éramos cuatro en el grupo; se sentía más como una salida con amigos que un tour formal. En el agua poco profunda, me costaba recordar respirar por la boca, pero Andreas fue muy paciente: tocaba su máscara y me hacía un pulgar arriba cada vez que lo hacía bien.
La inmersión en sí… es difícil de explicar. El mundo se volvió silencioso, solo escuchaba mi respiración burbujeante. Seguimos a Andreas por el fondo arenoso, con peces que pasaban rápido junto a nuestras aletas, destellos plateados y amarillos por todas partes. En un momento señaló algo moviéndose lentamente bajo una roca: ¡una tortuga! Casi pierdo la boquilla de la máscara de la sonrisa tan grande que tenía (seguro que no es lo ideal). Tras unos 45 minutos bajo el agua, salimos a la superficie y nos quedamos flotando un rato, con el sol en la cara. Ya en la orilla, alguien me dio un té caliente —yo no suelo tomar té, pero después del mar supo a gloria. Curioso cómo funcionan esas cosas.
Sí, está pensada para quienes bucean por primera vez desde los 10 años.
La experiencia completa dura unas 3 horas de principio a fin.
Transporte privado, todo el equipo de buceo, grupos pequeños (máx. 4 personas) y té o café tras la inmersión.
Normalmente en Green Bay o en otro sitio local adecuado cerca de Protaras.
No, pero sí té o café después del buceo.
No se recomienda para embarazadas ni personas con problemas de columna o cardiovasculares.
Sí, según la información del proveedor, se admiten animales de asistencia.
Tu día incluye transporte privado a Green Bay u otro lugar ideal para principiantes cerca de Protaras, todo el equipo necesario (máscara, aletas, traje de neopreno), grupos reducidos con máximo cuatro buzos por instructor para atención personalizada, y té o café tras la inmersión para compartir con tu grupo antes de regresar.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?