Evita el caos de los taxis en el Puerto de Cruceros Baoshan en Shanghái y conoce a tu conductor local justo en llegadas. Disfruta de un viaje cómodo con Wi-Fi y ayuda con el equipaje hasta el Aeropuerto Pudong, además de esos pequeños detalles humanos que recordarás mucho después de aterrizar.
Para ser sincero, casi perdemos a nuestro conductor en el Puerto de Cruceros Baoshan porque me distraje con una mujer que vendía bollos al vapor justo afuera de la terminal — el olor era imposible de ignorar después de pasar la noche en el barco. Pero ahí estaba, el señor Zhang, con un cartel con mi nombre (bien escrito, lo que me pareció casi un milagro). Sonrió y nos hizo señas para que nos acercáramos, sin prisa a pesar de que llegamos tarde. El aire estaba denso y húmedo, y las ruedas de mi maleta se pegaban al suelo. Pensé: si así son las mañanas en Shanghái, menos mal que reservamos un traslado privado en vez de pelear por un taxi.
El señor Zhang no hablaba mucho inglés, pero tenía una calma especial — nos indicó dónde estaban los baños antes de salir (mi pareja lo agradeció), e incluso nos ayudó a cambiar algo de dinero en un pequeño puesto cerca de la salida. El coche estaba impecable y fresco por dentro, un alivio después de arrastrar las maletas bajo ese calor pegajoso. Además tenía Wi-Fi — lo descubrí después de intentar con mi móvil cinco minutos y preguntarle en un mandarín básico (“Wǒ kěyǐ yòng Wi-Fi ma?”). Él solo asintió y sonrió. Es curioso cómo esos pequeños detalles se quedan en la memoria.
El trayecto desde Baoshan hasta el Aeropuerto Pudong duró alrededor de una hora, quizá un poco más por el tráfico — las calles de Shanghái siempre están llenas, pero viajar en ese coche tranquilo viendo la ciudad pasar fue extrañamente relajante después de días entre multitudes. En un momento me quedé mirando las largas filas de plátanos de sombra a lo largo de la autopista, sus hojas brillando con la luz de la mañana. El señor Zhang nos ayudó a descargar todo en Pudong y esperó mientras facturábamos por si surgía algún problema (por suerte no hubo). Aún recuerdo ese momento cuando se despidió con la mano — fue mucho más personal que cualquier shuttle de aeropuerto que haya tomado.
Tu conductor te esperará en la salida de llegadas con un cartel con tu nombre.
Sí, incluye hasta 2 horas de espera gratuita para la recogida en puerto.
Sí, el conductor te ayudará a cargar y descargar tus maletas.
Sí, los vehículos cuentan con Wi-Fi; solo tienes que pedirle acceso al conductor.
El viaje suele durar alrededor de una hora, según el tráfico.
Sí, se pueden solicitar asientos para bebés y los vehículos son accesibles para sillas de ruedas.
Puedes acudir al mostrador de información frente a la salida de la terminal o contactar vía WeChat según las indicaciones previas.
Tu viaje incluye transporte privado desde el Puerto de Cruceros Baoshan en Shanghái hasta el Aeropuerto Pudong, recogida en llegadas por un conductor local que te ayuda con el equipaje y el check-in, además de un vehículo con aire acondicionado, Wi-Fi y espacio para todas tus maletas — facilitándote todo de principio a fin.
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