Si quieres descubrir el verdadero corazón de Xi'an—desde guerreros milenarios hasta los sabores callejeros más auténticos—esta excursión privada lo cubre todo a tu ritmo, con un experto local a tu lado.
La mañana estaba fresca cuando nuestro guía nos recibió en el vestíbulo del hotel—sin confusiones, solo una sonrisa amable y partimos. El trayecto hasta el Museo de los Guerreros de Terracota duró cerca de una hora, pero no se hizo largo. Hicimos una parada en un pequeño taller en el camino; se olía el barro y se veían manos manchadas por años de trabajo. Un artesano local nos mostró cómo moldea mini guerreros usando la misma tierra que los originales. Mis dedos terminaron sucios intentando hacer uno—es más difícil de lo que parece, pero divertido.
Entrar al museo es otra historia. Es enorme—esas filas silenciosas de soldados parecen no tener fin. Nuestro guía señaló detalles que habría pasado por alto: algunos guerreros tienen orejas o bigotes diferentes, cada rostro es único. Casi puedes imaginar a los artesanos que los crearon hace miles de años. Hay un leve aroma terroso en el aire, probablemente del barro y polvo antiguos. Pasamos tiempo mirando cada fosa, tomando fotos y escuchando historias sobre el emperador Qin Shi Huang que no encontrarás en la mayoría de las guías.
De vuelta en la ciudad de Xi'an, nos lanzamos directo al Barrio Musulmán para almorzar. Es un bullicio—vendedores gritando sobre las parrillas chisporroteantes, vapor saliendo de las ollas de fideos. Probamos liangpi (fideos fríos), roujiamo (una especie de hamburguesa china) y bocaimian (fideos de espinaca). El roujiamo fue mi favorito; crujiente por fuera, jugoso por dentro, con un toque de comino que queda después de cada bocado. Nuestro guía sabía exactamente qué puestos tenían lo mejor—nada de trampas para turistas aquí.
Más tarde subimos a la antigua muralla por la Puerta Sur (Yongningmen). La muralla es imponente—puedes caminar o incluso alquilar bicicletas para recorrerla. Desde arriba, se ven amplias vistas de techos antiguos mezclados con edificios modernos que asoman detrás. Los ladrillos están desgastados y lisos en algunos puntos; se siente la historia bajo tus pies. Nuestro guía explicó cómo los soldados patrullaban aquí, refugiándose en pequeñas torres de vigilancia cada cierto trecho (hay casi 100 a lo largo de la muralla). Al caer la tarde, una brisa fresca venía del foso abajo—se agradecía después de tanto caminar.
¡Sí! El ritmo es flexible y hay muchas pausas para snacks—solo avísanos si necesitas algo especial para los más pequeños.
Por supuesto. Tu guía privado ajustará los tiempos según tus intereses—solo menciona qué es lo que más te importa.
No hay problema—te señalaremos snacks aptos para vegetarianos y te ayudaremos a pedir platos que se adapten a tus necesidades dietéticas.
Incluye recogida y regreso al hotel en Xi'an, entradas para el Museo de los Guerreros de Terracota y la Muralla, un guía privado de habla inglesa experto en la zona, transporte privado cómodo durante todo el día, además de un paseo gastronómico guiado por el Barrio Musulmán con almuerzo incluido. ¡Solo avísanos si tienes alguna petición especial de dieta!
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