Viaja en tren bala desde Shanghái a Suzhou con un guía local, recorre jardines Patrimonio de la Humanidad, prueba snacks junto a los canales de Pingjiang y relájate en un paseo en barco por puentes milenarios. Risas por errores de idioma y momentos que se quedan contigo mucho después de volver al hotel.
No esperaba sentir tanta calma al bajar del tren bala en Suzhou — tal vez fue el aire más suave que en Shanghái, o la sonrisa de nuestro guía, Li, que me entregó un pequeño mapa con mi nombre escrito a mano. El viaje fue rápido (¿30 minutos? Apenas terminé mi café), pero recuerdo ese primer instante fuera de la estación: un aroma a río mezclado con un toque floral que no supe identificar. Charlamos sobre lo que quería ver — balbuceé algo sobre “jardines antiguos” y “canales”, sin saber muy bien qué significaba aún.
El primer destino fue el Jardín del Administrador Humilde. Li nos contó que cada roca y estanque tenía su propia historia — algunas de poetas, otras de jardineros tercos. Por todas partes había piedras Taihu, retorcidas y extrañas; las tocaba en secreto porque se sentían frescas incluso bajo el sol. Un grupo de ancianos reía bajo un pabellón cercano, jugando a las cartas (o quizá discutiendo). Eso hacía que el lugar se sintiera vivo, no como un museo. Después de recorrer pasillos de bonsáis y espiar pequeñas habitaciones llenas de pinceles antiguos, partimos hacia la calle Pingjiang.
Pingjiang Road es bulliciosa pero de buena manera — el tintinear de tazas en pequeñas cafeterías, alguien vendiendo pastelitos de sésamo en una vaporera de bambú (compré uno, aún caliente), familias posando para fotos junto al canal. Li señaló un viejo mercado flotante donde la gente aún regatea verduras desde sus barcas. Intentó enseñarme a decir “raíz de loto” en mandarín; lo pronuncié tan mal que casi se atraganta de la risa con su té. Para comer paramos en un local de la calle Qianqian sin menú en inglés — Li pidió por nosotros y esos fideos sabían a casa, aunque era mi primera vez allí.
Después del almuerzo fuimos a la Colina del Tigre — más tranquila de lo que imaginaba. La pagoda inclinada parece que se va a caer en cualquier momento, pero lleva más de 1,000 años ahí. Había flores de durazno por todas partes (finales de marzo), y los pétalos se pegaban a mis zapatos mientras caminábamos junto al río. Terminamos con un paseo en bote lento por el Gran Canal, pasando puentes de piedra antiguos y niños saludando desde las ventanas de pequeñas tiendas. En la calle Shantang compré un abanico de papel pintado con grullas; seguro fue caro, pero ¿a quién le importa? Para entonces mis piernas estaban cansadas pero la cabeza llena — esa sensación de querer recordar cada detalle y no poder.
Unos 30 minutos en cada trayecto si eliges el tren rápido.
Sí, la recogida y regreso al hotel en el centro de Shanghái están incluidos.
Sí, el itinerario es totalmente flexible; solo habla con tu guía sobre tus preferencias.
Incluye un almuerzo local si reservas la opción "Tour Todo Incluido".
La entrada a un jardín está incluida con el paquete "Tour Todo Incluido".
El paseo en barco por el canal está incluido si eliges la opción "Tour Todo Incluido".
Caminarás por jardines y calles históricas; es apto para la mayoría de niveles físicos.
Sí, los niños son bienvenidos pero deben ir acompañados por un adulto.
Tu día incluye recogida cómoda en hotel del centro de Shanghái, transporte ida y vuelta (con opción de tren bala rápido si eliges), guía local experto durante todo el recorrido por jardines y canales de Suzhou, entrada a un jardín clásico si optas por todo incluido, un delicioso almuerzo local elegido por tu guía (si reservas), y un tranquilo paseo en barco por el canal antes de devolverte al hotel al atardecer o cuando prefieras.
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