Pisa la enorme piedra de la Plaza de Tiananmen, explora rincones secretos de la Ciudad Prohibida con tu guía local y sube a la Gran Muralla de Mutianyu para respirar aire puro y silencio. Con recogida en hotel, entradas reservadas y sin paradas para comprar, vivirás momentos auténticos en el corazón de Beijing que recordarás más de lo que imaginas.
Lo primero que me llamó la atención fue el sonido: la Plaza de Tiananmen nunca está realmente en silencio, ni siquiera temprano. Las banderas ondeando al viento, gente pasando por los controles de seguridad, un grupo de niños riendo mientras intentaban ponerse en fila para una foto. Nuestra guía, Li, nos hizo señas y señaló el Gran Salón del Pueblo al otro lado de ese enorme espacio abierto. Nos contó cómo se llena en el Día Nacional: una vez entraron aquí medio millón de personas. Intenté imaginarlo, pero sobre todo me sentí pequeño bajo ese cielo.
Después entramos directamente a la Ciudad Prohibida (sin esperas, Li ya tenía las entradas preparadas). Al cruzar esas puertas rojas, me llegó el olor a madera antigua y un toque floral suave. Es enorme por dentro: palacio tras palacio, y Li no paraba de contar historias de emperadores que se colaban de noche o de cómo los escalones de piedra están gastados por siglos de pisadas. Seguro me perdí la mitad porque me distraían las tejas doradas brillando al sol. En algunos rincones hay un silencio extraño, como si estuvieras invadiendo recuerdos ajenos.
El viaje a Mutianyu duró como una hora y algo más. Me quedé dormido un rato —el tráfico de Beijing es toda una aventura— pero al llegar, las montañas se extendían bajo un cielo brumoso y la muralla zigzagueaba por la cresta como dibujada a mano. Subimos en teleférico (no me da pena admitirlo), pero luego subimos a varias torres porque Li dijo “te arrepentirás si no lo haces”. Tenía razón. Las piedras estaban frescas al tacto; el viento me despeinaba sin piedad; se oían pájaros pero nada más. Pasamos de largo los puestos de souvenirs —esta excursión desde Beijing es totalmente libre de compras— y nos sentamos un rato a contemplar sin pensar en nada. A veces todavía recuerdo esa vista cuando el ruido vuelve a casa.
El trayecto en vehículo privado desde el centro de Beijing hasta Mutianyu dura entre 1 y 1,5 horas.
Sí, la recogida y el regreso al hotel están incluidos en la reserva.
Sí, las entradas para ambos lugares están incluidas en el precio.
Sí, los niños pueden unirse; los menores de 3 años viajan gratis pero deben ir acompañados por un adulto.
No se menciona almuerzo incluido; se ofrece agua embotellada.
El guía profesional habla inglés.
Sí, especialmente dentro de la Ciudad Prohibida y en partes de la Gran Muralla; se recomienda llevar calzado cómodo.
No, esta excursión es 100% libre de compras y sin paradas obligatorias para comprar.
Tu día incluye recogida y regreso privado al hotel en vehículo con aire acondicionado y conductor no fumador, entradas reservadas para la Ciudad Prohibida y la Gran Muralla de Mutianyu (con teleférico o silla y bajada en tobogán), agua embotellada durante todo el recorrido y la compañía de un guía local de habla inglesa que se encarga de toda la logística para que solo te preocupes de disfrutar.
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