Subirás el volcán Villarrica con un guía local certificado desde Pucón, usando equipo de montaña real y aprendiendo sobre la cultura mapuche en el camino. En la cima mirarás dentro del cráter abierto antes de deslizarte de regreso en trineos de nieve — es un reto divertido que seguro recordarás mucho tiempo después.
“Tranquilo, iremos despacio — la montaña marca el ritmo,” nos dijo Matías, nuestro guía, sonriendo mientras me entregaba un casco que aún olía a resina de pino y metal frío. Salimos de Pucón justo después del amanecer, con las ventanas de la van empañadas por nuestro aliento nervioso. No podía dejar de mirar el volcán — parecía a la vez acogedor y un poco intimidante, con vapor saliendo de la cima como si estuviera pensando en algo.
El primer tramo por el Parque Nacional Villarrica fue silencioso, solo se escuchaba el crujir de nuestras botas sobre la nieve vieja. Matías señalaba dónde el viento de la semana pasada había dibujado extraños patrones en los bancos de nieve. Intenté repetir el nombre mapuche del volcán — Ruka Pillán — pero seguro lo dije mal. Él se rió igual. El aire estaba fresco y puro, y de vez en cuando el viento traía un olor a azufre. Es curioso cómo uno se acostumbra a ese olor con el tiempo.
No esperaba sentirme tan pequeño parado al borde del cráter. La lava no estaba burbujeando, pero se veía ese brillo naranja-rojo en la garganta del volcán — casi hipnótico. Todos guardamos silencio por un momento, salvo un tipo que susurró un “wow”. Mis piernas temblaban, un poco por el esfuerzo pero también por… ¿asombro? ¿nervios? Difícil decir.
El descenso fue muy distinto a lo que imaginaba — nos deslizamos en unos pequeños trineos de plástico que Matías sacó de su mochila (los llamó “culipatín”). Fue ridículo y divertido, y la verdad no me reía así desde hace mucho. La nieve voló por todos lados; mis guantes quedaron empapados pero no me importó. Aún ahora, cuando cierro los ojos, escucho los gritos de todos mientras bajábamos juntos por esas pendientes.
La subida requiere buena condición física pero no es técnica; la mayoría de viajeros saludables pueden hacerlo con guía.
Sí, todo el equipo necesario está incluido: casco, piolet, crampones, mochila, cubre pantalones, cortaviento y más.
Incluye transporte privado desde Pucón; verifica si tu alojamiento está dentro del área de recogida al reservar.
Sí, este volcán tiene un cráter abierto donde a menudo se ve el brillo de la lava.
Un guía local certificado y bilingüe acompaña a cada grupo en el ascenso y descenso.
No se recomienda para embarazadas ni personas con problemas de columna o cardiovasculares; se requiere condición física moderada.
Tu día incluye transporte privado desde Pucón hasta el Parque Nacional Villarrica con todas las entradas pagadas. Serás guiado por locales certificados y bilingües que te proveerán todo el equipo necesario — casco, piolet, crampones, mochila, cortaviento — y te llevarán seguro hasta el cráter y de regreso en trineo de nieve, para luego volver cómodamente.
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