Comienza el día con una cata de vinos en el Valle de Casablanca, luego explora los vibrantes colores de Valparaíso y la casa única de Neruda con audioguía. Recorre sus cerros llenos de murales, disfruta un almuerzo local y toma fotos en el Reloj de Flores de Viña del Mar antes de sentir la arena del Pacífico bajo tus pies, todo con traslados incluidos.
Lo primero que me llamó la atención fue cómo la luz de la mañana iluminaba las vides en el Valle de Casablanca—un tono dorado suave, nada llamativo, más bien tranquilo y apacible. Apenas habíamos terminado el café cuando llegamos a un viñedo que olía a tierra mojada y a algo dulce que no lograba identificar. Nuestra guía, Camila, nos entregó las copas con una sonrisa. “No agiten mucho,” bromeó—yo lo hice igual y casi se me derrama. La cata de vinos fue relajada; nadie nos apuró. Sentí un leve aroma a eucalipto en el aire, o tal vez fue solo mi imaginación.
Entrar a Valparaíso fue como meterse en el sueño de alguien más—colores por todos lados, casas apiladas como piezas de Lego en las laderas. Camila nos dejó en La Sebastiana, la casa museo de Pablo Neruda. La audioguía me sorprendió (normalmente no les presto atención), contando historias sobre las colecciones peculiares de Neruda—mapas, barcos en botellas, hasta una cabeza de caballo tallada en madera. Hay una ventana en el segundo piso desde donde se ve toda la ciudad cayendo hacia el mar. Me quedé ahí más tiempo del que pensaba. Después paseamos por calles angostas; un artista callejero nos saludó mientras pintaba un mural nuevo—tenía las manos llenas de pintura azul.
No esperaba reír tanto en un tour a pie, pero de alguna forma pasó—quizá porque Camila señalaba detalles curiosos o simplemente por la energía única de Valparaíso. El almuerzo fue un pescado sencillo con limón (todavía recuerdo ese sabor intenso), comido al aire libre mientras las gaviotas discutían arriba. En Viña del Mar paramos para sacar fotos en el Reloj de Flores—bonito, pero la verdad me divertía más ver a los niños locales tratando de adivinar la hora mirando el reloj.
Al final de la tarde caminamos por una de las playas de Viña del Mar, descalzos porque, ¿por qué no? La arena se pegaba a mis pies y el aire salado me invitaba a quedarme más tiempo del que teníamos. En el camino de regreso no dejaba de pensar en esa vista desde la ventana de Neruda—algo en todos esos colores contra el Pacífico se me quedó grabado.
El tour incluye traslado ida y vuelta desde el punto de partida en Parque Arauco.
No, la entrada incluye audioguía para que explores La Sebastiana en tu idioma.
El trayecto desde Santiago (Parque Arauco) hasta el Valle de Casablanca suele tomar alrededor de una hora.
Incluye un delicioso almuerzo local después de visitar Valparaíso y antes de ir a la playa en Viña del Mar.
Sí, pueden participar bebés y niños pequeños; se aceptan cochecitos y los bebés deben ir en el regazo de un adulto.
Disfrutarás una cata clásica de vinos rodeado de viñedos antes de continuar el recorrido.
Sí, hay una tienda dentro de la casa museo de Pablo Neruda donde puedes adquirir recuerdos.
El tour guiado a pie recorre zonas emblemáticas de los cerros de Valparaíso, pero es apto para todos los niveles de condición física.
Tu día incluye traslados ida y vuelta desde Parque Arauco, cata clásica de vinos en el Valle de Casablanca, entrada con audioguía a la casa museo La Sebastiana de Pablo Neruda, tour guiado por los cerros coloridos de Valparaíso, almuerzo con comida local, paradas en el Reloj de Flores y la playa tradicional de Viña del Mar, todo acompañado por un guía bilingüe antes de regresar por la tarde.
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