Caminarás por las calles auténticas de Santiago con un local que conoce cada atajo y puesto de comida. Desde mercados llenos de color hasta vistas desde la colina, este tour te regala historias y sabores que no encontrarás por tu cuenta.
El día comenzó apretándonos en el metro en la estación Universidad de Chile—la hora punta aquí es real, así que prepárate para ir de pie, cerca de locales con su café matutino de Café Haití. Al salir a la calle peatonal principal, nuestro guía señaló antiguos quioscos de prensa y un mural que yo habría pasado por alto. Caminamos frente al imponente Palacio de La Moneda y la Bolsa de Comercio; ambos lugares vibran con ejecutivos y vendedores ambulantes que ofrecen mote con huesillo si tienes sed.
La siguiente parada fue Plaza de Armas. La plaza siempre está llena—niños persiguiendo palomas, músicos callejeros tocando guitarra y ese leve aroma a maní tostado que viene de un carrito cerca de las escaleras de la catedral. Nuestro guía nos llevó al Correo Central para admirar sus antiguos pisos de mármol, luego compramos crujientes sopaipillas en un pequeño puesto escondido detrás del Museo de Historia Natural. Honestamente, saben mejor cuando las comes de pie, servilleta en mano.
El Mercado Central La Vega es un torbellino de sensaciones: montones de palta, vendedores gritando precios y ese aroma terroso a cilantro fresco por todos lados. Probamos un snack rápido—mis manos aún olían a cítrico después de exprimir limón encima. Luego paseamos por Bellavista, donde los murales cubren casi todas las paredes y siempre hay alguien tocando guitarra afuera de Galindo o Venecia. Nuestro guía insistió en que probáramos un terremoto—una bebida dulce local que tiene más fuerza de la que imaginas.
El funicular que sube al Cerro San Cristóbal vale la pena solo por la brisa. Arriba, tienes una vista panorámica de Santiago que se extiende hasta los Andes (si el smog lo permite). Nuestro guía señaló barrios por nombre—Providencia, Ñuñoa—y nos dio recomendaciones para almorzar cerca si quieres seguir explorando por tu cuenta después.
¡Sí! Los cochecitos son bienvenidos en el transporte público y la mayoría de las paradas son aptas para familias. Solo avísanos si necesitas ayuda extra durante el recorrido.
Incluye un snack tradicional en Plaza de Armas y café en Café Haití, además del boleto del funicular y el pasaje de metro. El almuerzo no está incluido, pero nuestro guía te recomendará excelentes lugares locales.
Caminarás a un ritmo tranquilo con pausas para snacks y para disfrutar de los lugares. La mayoría de la gente lo encuentra cómodo, incluso si no estás acostumbrado a caminar mucho.
¡Este es tu tour privado! Si quieres quedarte más tiempo en algún lugar, como Bellavista o La Vega, solo díselo a tu guía.
Tu viaje en metro, café en Café Haití, snack típico chileno (sopaipilla o churro), boleto para el funicular al Cerro San Cristóbal y un terremoto en Bellavista están incluidos. Además, contarás con un guía local bilingüe inglés-español durante todo el recorrido.
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