Camina entre viñedos bajo los Andes en Santa Rita, degusta tres vinos ultra premium con snacks locales, explora bodegas históricas y jardines, y visita un museo con arte precolombino. No es solo vino, es historia y cultura chilena en cada paso. Momentos que se quedan contigo mucho después.
¿Sabes ese momento cuando bajas de la van y el aire se siente distinto? Así fue mi primera impresión en la Viña Santa Rita, entre olor a pasto recién cortado y piedra antigua — tal vez por los Andes de fondo o porque nunca había hecho un tour de vino de verdad. Nuestra guía, Camila, nos llamó con una sonrisa (tenía la costumbre de mezclar español e inglés en la misma frase, lo que me hizo sentir como en casa). Éramos pocos, unos diez, así que parecía más una salida con amigos que un tour formal.
Empezamos a caminar entre hileras de viñas, con el sol filtrándose entre las hojas. Camila arrancó una uva y me la dio — “Cabernet Sauvignon”, dijo, aunque yo no supe distinguirla al probarla. Se rió cuando se lo confesé. La palabra clave aquí es “tour premium de vinos”, pero lo que más me quedó fue el silencio, solo roto por el canto de los pájaros y alguna risa lejana desde la terraza del restaurante. Detrás de unos setos hay unas antiguas termas romanas — no esperaba encontrar eso en Chile, pero ahí estaban, cubiertas de musgo y con una sombra fresca.
Las bodegas fueron mi parte favorita. Olía a tierra, madera y algo dulce que no supe identificar. Probamos tres vinos ultra premium (acompañados de queso, nueces y galletas — no te saltes el queso), mientras estábamos junto a enormes barriles y Camila nos contaba cuánto tiempo había envejecido cada uno. Pregunté demasiado sobre corchos versus tapones de rosca y nadie se molestó. Después paseamos por un parque lleno de árboles centenarios y terminamos frente a una pequeña capilla neogótica con flores frescas en sus escalones.
No visité el Museo Andino hasta más tarde (es autoguiado), pero ver esas piezas precolombinas después de probar vinos de viñas tan antiguas hizo que todo se mezclara en mi cabeza de una forma muy especial. Aún recuerdo la vista hacia Santiago al irnos, con el sol ocultándose tras las montañas y la copa en la mano (te dejan quedarte con una). No todo tenía sentido, pero quizás por eso me gustó tanto.
La viña está en Alto Jahuel, cerca de Santiago; hay opciones de transporte público cerca.
Sí, tanto principiantes como amantes del vino con experiencia disfrutarán el tour.
Los niños pueden acompañar, pero la degustación es solo para mayores de 18; para menores ofrecen jugos.
Incluye paseos por viñedos, visita a bodegas, degustación de vinos con snacks, acceso a jardines y parque, y entrada al Museo Andino.
Sí, todas las áreas y el transporte son accesibles para sillas de ruedas.
Degustarás tres vinos ultra premium durante la visita.
La degustación incluye queso, galletas y nueces para acompañar los vinos.
Sí, la entrada al Museo Andino está incluida, aunque es autoguiada.
Tu día incluye paseos guiados por viñedos y jardines varietales con una experta que lidera la cata de tres vinos ultra premium acompañados de queso, galletas y nueces. También tendrás acceso a las históricas bodegas y al parque del siglo XIX de Santa Rita, más la entrada para explorar el Museo Andino a tu ritmo. Además, te llevarás una copa de recuerdo.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?