Bajo el inmenso cielo de Atacama, disfrutarás bebidas calientes guiado por astrónomos locales que te ayudarán a encontrar planetas con telescopios. Compartirás risas junto a la fogata con vino y snacks, capturarás tu propio retrato astrofotográfico y sentirás la paz única de la noche en el desierto, una sensación que queda contigo mucho después.
Alguien me pasa una taza—creo que es chocolate caliente, aunque está tan oscuro que no puedo asegurarlo hasta que pruebo un sorbo. El aire está frío aquí en el desierto de Atacama, más de lo que esperaba para Chile, y el suelo cruje bajo mis botas mientras nos acercamos a donde Rodrigo señala con su puntero láser un grupo de estrellas. Pregunta si alguien puede encontrar Saturno. Entrecierro los ojos—la verdad no sé si lo veo o solo me lo imagino. Rodrigo se ríe y dice que está bien, que la mayoría no lo logra la primera vez.
Al principio el grupo guarda silencio—quizá todos se sienten pequeños bajo ese cielo inmenso. Luego alguien (creo que se llamaba Marta) intenta decir “nebulosa” y se equivoca; todos se ríen, incluido nuestro guía. Eso relaja el ambiente. Vamos turnándonos para mirar por el telescopio, viendo lo que parecen manchas borrosas pero que en realidad son galaxias a millones de años luz. Hay un momento en que miras por el lente y todo lo demás desaparece—el frío, tus pensamientos—solo quedas tú y ese universo allá afuera. Es curioso lo tranquilo que se siente.
Después nos sentamos alrededor de la fogata con copas de vino tinto (Rodrigo sirve generoso) y dulces que saben caseros. Alguien toma fotos con su móvil en un trípode que nos presta—mis manos tiemblan por el frío pero intento capturar alguna de esas fotos de astrofotografía que prometieron. El humo huele a tierra y madera; alguien cuenta una historia de cuando creció cerca y veía esas mismas estrellas cada noche. No dejo de pensar en lo silencioso que está todo, salvo por el crepitar de la leña y las voces bajas—no es silencio total, sino... calma.
Sí, el traslado está incluido para quienes se unen cerca de San Pedro de Atacama.
Sí, se permiten bebés y niños pequeños; también se pueden usar cochecitos o carriolas.
Sí, guías especializados conducen todas las observaciones y el uso de telescopios.
Incluye bebidas calientes como chocolate o té, vinos seleccionados, además de snacks dulces y salados.
Sí, cada persona recibe un retrato astrofotográfico tomado durante la sesión.
Sí, los animales de servicio están permitidos en esta experiencia astronómica.
No, no se requiere experiencia; los guías explican todo de forma sencilla para principiantes.
La experiencia es tranquila y suele durar varias horas durante la noche.
Tu noche incluye traslado desde San Pedro de Atacama, observación a simple vista con punteros láser, uso de telescopios para ver objetos del cielo profundo, un retrato astrofotográfico para cada invitado (más uno extra por reserva), uso de trípodes para móviles para fotos, bebidas calientes como chocolate o té, vinos seleccionados y snacks caseros, todo acompañado por una cálida fogata antes de regresar bajo el mismo cielo silencioso.
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